Scholz reclama a Pekín que no suministre armas “a la agresora Rusia” y aboga por mejorar la cooperación económica bilateral
BERLÍN, 20 (DPA/EP)
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha recibido este martes en Berlín con honores militares al primer ministro de China, Li Qiang, a quien ha pedido que use su influencia sobre Rusia en el marco de la guerra en Ucrania, antes de defender que “el imperialismo nunca es la solución”.
Una veintena de ministros participan en la reunión de ambos gobiernos bajo el lema ‘Actuar juntos de forma sostenible’, que tendrá su foco en la lucha contra el cambio climático y la consiguiente reestructuración de la economía.
Tras la reunión, Scholz ha desvelado en una rueda de prensa conjunta que China tiene “una tarea muy especial” en el asunto, habida cuenta de que es miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Así, ha hecho hincapié en que es importante que China siga sin suministrar armas “a la agresora Rusia” y ha recordado su visita a China en noviembre, durante la cual abordó junto con el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, que no debe haber amenaza de armas nucleares y que “desde luego no se deben utilizar”.
“Esto sigue aplicándose sin cambios y agradezco esta posición clara conjunta”, ha manifestado Scholz, que ha aseverado que Ucrania tiene derecho a su integridad territorial y a su soberanía. “La coexistencia pacífica en todo el mundo se basa en este orden internacional basado en normas, no en el poder del más fuerte”, ha añadido.
El canciller alemán ha apuntado que ningún país debe considerar a otros países como su patio trasero e intentar cambiar las fronteras por la fuerza. “El imperialismo nunca es la solución”, ha valorado Scholz, en una rueda de prensa en la que se no se han permitido preguntas.
En otro orden de cosas, ha argumentado que Alemania está comprometido a seguir desarrollando la cooperación económica con China y ha argüido que Berlín “no tiene interés en un desacoplamiento económico” con Pekín.
Scholz ha explicado que el acceso al mercado chino y unas condiciones competitivas para empresas alemanas y de otros países sigue siendo un desafío, por lo que ha abogado por mejoras concretas para abordar el clima empresarial.
Además, ha abundado en la importancia de los Derechos Humanos en la cadena de suministros y ha señalado que los consumidores de todo el mundo prestan cada vez más atención a cómo se fabrican los productos. “Unas condiciones dignas de producción y mejoras relacionadas en la situación de Derechos Humanos va en interés de ambos”, ha zanjado.
Por su parte, Li ha mostrado el interés de Pekín de llevar las relaciones bilaterales “a un nivel aún más alto”, si bien ha reconocido que la “compleja” situación internacional y el estancamiento de la economía global suponen obstáculos de cara a este objetivo.
“Si fortalecemos la cooperación a nivel de ciencia, industria y negocios, contribuiremos a la estabilidad de la economía mundial”, ha sostenido, antes de incidir en que ambos países podrían jugar “un papel estabilizador”. Así, ha reconocido también que la recuperación económica china ha perdido impulso, si bien ha mostrado su confianza en un crecimiento en el futuro.
Por último, ha desvelado que se han alcanzado diez acuerdos conjuntos durante su visita a Alemania y ha señalado que, si bien Pekín se está centrando más en su independencia, el Gobierno del gigante asiático seguirá impulsando la política de apertura a la comunidad internacional y la modernización.
El Gobierno alemán organiza regularmente consultas gubernamentales con socios especialmente cercanos o países que revisten una importancia especial desde el punto de vista económico o estratégico. Así, en los últimos meses se ha reunido con los gobiernos de España, Países Bajos, Japón e India.
En el caso de las relaciones con China, que se han deteriorado de forma significativa durante los últimos años, la última reunión que implicó el desplazamiento de delegaciones tuvo lugar en 2018, dado que las consultas se celebraron por videoconferencia durante la pandemia de coronavirus.
De hecho, el Gobierno alemán presentó la semana pasada por primera vez su estrategia de seguridad nacional ante el aumento de la tensión en Europa y ha situado a Rusia como la “mayor amenaza para la paz y seguridad” del bloque euroaltántico a medida que avanza la invasión de Ucrania, documento en el que subrayó que la postura de China a nivel regional “contraviene los intereses de Occidente”.
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