MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Con la llegada del verano, las comidas fuera de casa, los excesos calóricos, el consumo de alcohol o los productos azucarados pueden terminar produciendo problemas gastrointestinales como estreñimiento, diarrea, acidez, reflujo gastroesofágico o indigestiones. Para prevenirlos, el médico de Cinfa, Julio Maset, ha asegurado que “los alimentos ricos en fibra y las frutas y verduras no deben desaparecer de la dieta, sin renunciar por ello a disfrutar de la gastronomía local”.
“Tampoco debemos dejar de seguir practicando ejercicio con cierta frecuencia. Siempre es posible ir a pasear por la playa o al monte, nadar o, incluso, comenzar una nueva actividad deportiva para la que nunca teníamos tiempo”, ha añadido Maset.
El médico de Cinfa ha explicado que las precauciones para evitar “incidentes” digestivos han de tomarse tanto en vacaciones cerca de casa como en destinos internacionales.
Este verano, tras el anuncio de la OMS declarando el fin de la pandemia a nivel internacional, se prevé que un amplio número de españoles se desplace al extranjero. El año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de personas residentes en España que viajaron en abril de 2022 al extranjero se multiplicó por 3 respecto a 2021, a raíz del fin en España de las medidas establecidas por la pandemia de Covid-19.
“Ahora, nos sentimos libres de nuevo para viajar al destinos lejanos y exóticos; por ello, es necesario tener presente el riesgo de alteraciones digestivas ante dietas más inusuales con ingredientes diferentes y, generalmente, muy especiadas. Igualmente, es básico tener en cuenta el riesgo de contraer una intoxicación alimentaria por consumir alimentos en mal estado o agua (y hielo) no potabilizada y sufrir la conocida como diarrea del viajero”, ha recalcado el doctor Maset.
Este es el problema de salud que aparece más habitualmente cuando se viaja a países con otras condiciones higiénicas y está provocado por una bacteria, virus o parásito que infecta a la persona en su lugar de destino. “En la mayoría de los casos no reviste gravedad, porque por lo general, el cuerpo acaba acostumbrándose a las nuevas condiciones ambientales, pero puede dar al traste con nuestras vacaciones”, ha advertido Maset.
Para reducir el riesgo de padecer la diarrea del viajero es necesario, entre otras medidas, asegurarse de beber agua embotellada, evitar los cubitos de hielo en las bebidas y no consumir frutas sin pelar, ensaladas o verduras y carnes o pescados crudos o poco cocinados.
“Las vacaciones están para desconectar, sí, pero no de nuestra salud, y no deben ser la excusa para interrumpir nuestras rutinas de autocuidado ni dejar de alimentarnos de manera saludable”, ha finalizado Maset.
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