AULNAY-SOUS-BOIS (FRANCIA), 15 (Portaltic/EP)
“La tecnología potenciará todos los nuevos servicios, las nuevas formas de experimentar la belleza que aumentan los productos tradicionales”, ha afirmado Guive Balooch, el managing director Augmented beauty &Open innovación, en el marco de Vivatech 2023.
El grupo L’Oréal ha expuesto en la que para ellos es el principal escaparate tecnológico de Europa las nuevas soluciones de belleza con las que buscan ofrecer “una belleza para todos, una belleza para cada uno”, en línea con la visión de la compañía que mueve su innovación.
Balooch afirma que todo lo que hacen en L’Oréal “empieza con lo que necesitan los consumidores”, y por ello han desarrollado proyectos como HAPTA de Lancôme, para facilitar la aplicación de maquillaje a las personas con movilidad limitada, y 3D Shu:Brow de Shu Uemura, para diseñar y dibujar las cejas de forma sencilla y con acabado profesional.
CAMPUS AULNAY: LOS FUNDAMENTOS DE LA PIEL Y EL CABELLO
Toda la innovación que han desplegado en la feria de París es posible por el trabajo de los equipos de investigación de la compañía, que trabajan en laboratorios como el que el grupo L’Oréal tiene ubicado en Aulnay-Sous-Bois, a las afueras de París, que en Portaltic hemos tenido la oportunidad de visitar.
El grupo cuenta con más de 800 científicos dedicados a la investigación avanzada en todo el mundo, aunque el talento tecnológico asciende a 5.900 profesionales. En el Campus Aulnay, los principales proyectos se centran en investigar los fundamentos de la piel y del cabello para poder usar ese conocimiento en el desarrollo de soluciones que tengan un impacto positivo en el consumidor y la naturaleza.
L’Oréal dejó de experimentar en animales en 1989 y desde entonces ha desarrollado métodos alternativos para probar la eficacia y seguridad de sus productos. Uno de ellos es la reconstrucción de la piel, una técnica basada en la impresión tridimensional que en lugar de utilizar plástico o metal recurre a materiales biológicos.
Las aplicaciones son múltiples, ya que permite reproducir la regeneración de la piel y el envejecimiento, así como el efecto que determinados elementos externos o los propios microbios de la piel tienen en su bienestar. También es importe para la robótica.
Con la reconstrucción de la piel se puede analizar el impacto de la luz solar y desarrollar fórmulas fotoprotectoras que bloqueen los rayos UVB, UVA e incluso la luz azul de las pantallas, cuyos efectos sobre la piel también se investigan.
Esta investigación se acompaña de una maquina -cámara con distintos espejos y filtros- capaz de reproducir la luz solar en sus espectros exactos, y de hacerlo, además, por regiones del mundo, como han confirmado desde la compañía.
Por su parte, el cabello es un elemento que tiene la particularidad de estar “vivo y muerto”, es decir, el folículo, que alberga la raíz, produce el pelo, mientras que la fibra capilar, la parte que se ve y se corta, peina, moldea y tiñe, está hecha de queratina, proteínas y melanina, y protege su núcleo con una barrera de células -la cutícula-.
La investigación en torno a este elemento busca saber más sobre el crecimiento de la fibra capilar, sobre el impacto que tiene la contaminación -cuyo daño se identifica en el interior y exterior del pelo-, y el daño que hace la luz solar, entre otras cuestiones.
EL AZAFRÁN, ESPECIA DE LUJO EN LA COCINA Y EN EL CUIDADO DE LA PIEL
En este Campus los investigadores de L’Oreal también trabajan en la extracción de los componentes biactivos de las plantas, para su empleo en cosmética, como ocurre con el azafrán, que dedican a una línea de lujo.
Esta especia tiene un precio elevado para la mesa e incrementa su valor en el laboratorio, donde los investigadores lo filtran en agua para obtener el extracto natural, que evaporan hasta convertir en polvo para poder trabajar con él.
No es un proceso sencillo; pueden pasar años desde que se extrae un bioactivo hasta que se incorpora a una fórmula comercial. El valor del azafrán impide que sea un componente vinculado a las modas, como pueda haber ocurrido con el aceite de argán. Por eso en el laboratorio explican que la mejor manera de mantener la integridad de una muestra es mantener el proceso lo más parecido posible a un cocinado.
Este laboratorio es una muestra del cambio que ha experimentado la firma francesa desde su nacimiento en 1909 de la mano del químico Eugène Schueller, dos años después del lanzamiento de sus primeros tintes para el pelo, que de ser una empresa de belleza ahora se denomina sin complejos una firma de tecnología para la belleza.
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