MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
La Comisión Europea propuso este viernes un nuevo reglamento para que teléfonos y tabletas sean más duraderos, eficientes y fáciles de reparar y, de este modo, ayudar a los consumidores a “tomar decisiones informadas y sostenibles” al comprar este tipo de dispositivos, según el Reglamento de etiquetado energético de la UE ya existente.
Así lo precisó la Comisión en un comunicado en el que subrayó que las nuevas reglas coinciden con la aprobación por parte del Parlamento y el Consejo de nuevas medidas para que estos dispositivos sean más duraderos, eficientes y fáciles de reparar en virtud del Reglamento de Ecodiseño de la UE.
Según la propuesta, los teléfonos inteligentes y las tabletas comercializados en la UE deberán mostrar información sobre su eficiencia energética, duración de la batería, protección contra el polvo y el agua y resistencia a caídas accidentales.
Esta es también la primera vez que un producto en el mercado de la UE deberá mostrar una puntuación de reparabilidad, lo cual, a su juicio, ayudará a los consumidores de la UE a tomar decisiones de compra “más informadas y sostenibles” y “fomentará el consumo sostenible”.
Además, el reglamento sobre diseño ecológico establece los “requisitos mínimos” para los teléfonos móviles e inalámbricos y las tabletas que se introducen en el mercado de la UE, incluidos resistencia a caídas o rayones accidentales, protección contra el polvo y el agua y uso de baterías “suficientemente duraderas”, dado que deben soportar al menos 800 ciclos de carga y descarga manteniendo al menos el 80% de su capacidad inicial.
Entre los requisitos también destacan normas sobre desmontaje y reparación, incluidas las obligaciones de los productores de poner a disposición de los reparadores piezas de repuesto en un plazo de cinco a diez días laborables y hasta siete años después del final de las ventas del modelo del producto en el mercado de la UE.
Junto a ello, también exige la disponibilidad de actualizaciones del sistema operativo durante al menos cinco años después de que el producto haya sido puesto en el mercado y el acceso no discriminatorio para reparadores profesionales a cualquier software o firmware necesario para la sustitución.
Estas normas de etiquetado energético se presentarán ahora al Parlamento Europeo y al Consejo para su examen durante dos meses, periodo tras el cual se adoptará formalmente si los colegisladores no presentan “objeciones” al texto.
Con el fin de “armonizar” la entrada en vigor de estas dos normas, su publicación en el Diario Oficial tendrá lugar el mismo día, una vez adoptadas la normativa de etiquetado energético y, tras su entrada en vigor, ambas propuestas prevén un periodo de transición de 21 meses.
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