CÓRDOBA, 16 (EUROPA PRESS)
Casi un centenar de profesionales y voluntariado que trabajan en el ámbito de las adicciones en Andalucía se han dado cita este viernes en Córdoba en un encuentro organizado por Fad Juventud con la financiación de la Consejería de Salud y la Consejería de Inclusión Social de la Junta de Andalucía y el apoyo del Instituto Provincial de Bienestar Social (IPBS) de la Diputación de Córdoba.
Según informa la organización en una nota, bajo el título ‘Retos actuales de la prevención de adicciones en el ámbito local’, han reflexionado sobre los retos, oportunidades y dificultades a los que se enfrentan quienes intervienen en el ámbito de la prevención de adicciones y cómo se puede enfocar esta tarea desde lo local.
La inauguración de la jornada ha corrido a cargo la directora de la Unidad de Adicciones del IPBS de la Diputación de Córdoba, Magdalena De Miguel, y la directora técnica de Fad Juventud, Eulalia Alemany.
Los profesionales han señalado como retos de la prevención de adicciones en el ámbito local la coordinación, entendida como la existencia de planes de prevención que impliquen a todas las áreas, y la necesidad de recursos humanos, económicos y de formación.
También han recalcado la importancia del diagnóstico del contexto para la intervención y tener acceso a herramientas que lo posibiliten. Por último, también han indicado que “es necesario poner en valor y visibilizar la prevención, así como compartir experiencias y buenas prácticas”.
Eulalia Alemany, por su parte, ha presentado los principales hallazgos de la investigación ‘Representación social del cannabis 2022’ (realizada recientemente por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud) que analiza la visión de los y las jóvenes (15-29 años) sobre el consumo de cannabis.
Según esta investigación, siete de cada diez jóvenes tienen una visión más benévola del cannabis que del tabaco o del alcohol. Aunque dicen conocer bien los riesgos –no los frivolizan o banalizan– afirman que los “asumen por los beneficios percibidos de su consumo: divertirse, relajarse y sentirse parte de un grupo (experimentar grupalmente)”. Los riesgos que consideran tienen que ver con lo legal, la salud y lo social (problemas familiares, con amistades, escolares) y creen que “existen para cualquier persona que consuma”.
Tal y como ha presentado Alemany, entre los jóvenes es mayoritaria (55,9%) la opinión de que es “necesario y conveniente afrontar un proceso de regulación en España del uso terapéutico del cannabis (proceso iniciado en España en 2022, después del estudio de campo)”. Se muestran más reservas frente al uso lúdico (34,6%).
Si las normas se suavizasen, la mayoría cree que aumentarían los consumos (51%) y problemas (41,4%). Y casi un 16 por ciento dice que lo probaría o lo consumiría más (18,3%).
En opinión de la directora técnica de Fad Juventud, Eulalia Alemany, “cualquier proceso regulatorio o de suavización de las normas de control debe ir precedido de un intenso trabajo de prevención. Sin ese trabajo previo nunca estaremos preparados como sociedad para afrontar ningún proceso de regulación sin que haya consecuencias nocivas y efectos contrarios a los deseados”.
También ha intervenido el jefe del servicio de Prevención Comunitaria de la Diputación de Huelva, Alfonso Ramírez de Arellano, quien ha afirmado que “España necesita, por una parte, programas de prevención basados en la evidencia y las buenas prácticas y adaptados a la realidad local”.
Asimismo, ha hecho mención a “los recursos necesarios para una adecuada implementación profesional, situando a los técnicos locales en el centro de la estrategia, incluso configurando un cuerpo profesional de ‘preventólogos’; una organización territorial (acordada entre Plan Nacional, CCAA y municipios) capaz de aplicar programas y recursos de forma racional y equitativa”.
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