MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El empeoramiento de las previsiones de inflación y, particularmente, de la tasa subyacente, publicado este jueves por el Banco Central Europeo (BCE), así como la determinación expresada por la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, de que aún “queda terreno por cubrir”, no impiden a buena parte de los analistas consultados por Europa Press seguir confiando en que el actual ciclo de subidas de tipos pueda completarse en julio, aunque bastantes expertos ven también probable que el endurecimiento continúe en septiembre.
En este sentido, Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro sostiene que el BCE, al igual que la Reserva Federal de EE.UU., habla con dureza de más subidas de tipos en el futuro, pero la realidad es que, con la inflación cayendo rápidamente y la economía en recesión técnica, “el final del ciclo alcista está a la vista”.
“La proximidad del fin de las subidas de tipos del BCE ha restado aliento a las velas del euro, pero también es una importante póliza de seguro para la debilitada economía europea”, afirma el estratega, recordadndo que el BCE también ha anunciado hoy que el mes que viene pondrá fin a las reinversiones en el marco de su programa de compra de activos, “lo que endurecerá aún más las condiciones financieras”.
De su lado, Charles Diebel, responsable de Renta Fija de MIFL, destaca que, a pesar de que la reacción inicial fue agresiva ante la revisión al alza de las previsiones de inflación del BCE, lo que elevaba las expectativas de que podrían subir los tipos en septiembre y en julio, “el tono de los comentarios de Lagarde fue menos agresivo que el de la declaración”, por lo que da la impresión de que, si bien se moverán en julio, el BCE siente que están cerca del final del proceso de endurecimiento y se están acercando al final.
En una línea similar, Felix Feather, analista de Economía Europea de Abrdn, también apuesta por que la subida de tipos esperada en julio “será la última del ciclo”, dado el giro a la baja de la inflación, aunque reconoce que el fuerte aumento de los salarios deja abierta la puerta a que las tasas acaben subiendo también en septiembre.
Por el contrario, Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS, discrepa de la opinión de que el final de la senda alcista será el 3,75% para el tipo de depósito, que el BCE ha subido este jueves al 3,50%, y anticipa que el banco central tendrá que subir los tipos de interés oficiales para la facilidad de depósito al 4% para cumplir su mandato a medio plazo.
En este sentido, apunta que ya se han negociado nuevos aumentos salariales elevados y muchas empresas aún tienen suficiente poder de fijación de precios, por lo que es probable que la tasa subyacente se mantenga por encima del 5% hasta el otoño.
Asimismo, Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, mantiene la opinión de que los riesgos siguen estando sesgados hacia unos tipos de interés oficiales más altos durante más tiempo en comparación con las expectativas del mercado, por lo que “el 3,75% es el límite inferior de la zona de aterrizaje del tipo terminal para la facilidad de depósito”.
De esta manera, Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity International, resume la reunión y la rueda de prensa de Lagarde en que el BCE mantiene sus opciones abiertas por ahora, haciendo hincapié en su enfoque dependiente de los datos, aunque considera que “los riesgos para el tipo de depósito terminal del 3,75% están sesgados al alza”, dada la gran incertidumbre sobre el proceso de inflación y la atención que presta el banco central a los datos retrospectivos.
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