MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) participan en el proyecto europeo ‘Shealthy’, cuyo objetivo principal es la producción de frutas y verduras frescas y “mínimamente procesadas más saludables”.
Así lo precisó este miércoles la institución académica en un comunicado en el que explicó que los científicos participantes en esta iniciativa pertenecen a Italia, Holanda, Alemania, Reino Unido, Dinamarca, España, Bélgica y Serbia y son miembros de seis universidades, seis centros tecnológicos, ocho empresas y una asociación de consumidores.
Los investigadores se han reunido en la UGR para presentar los “avances” obtenidos durante el desarrollo del proyecto y en el encuentro se presentaron todos los datos obtenidos en 48 meses de trabajo, haciendo hincapié en los ensayos realizados a escala industrial sobre el uso de tecnologías no-térmicas que se pueden aplicar a frutas y hortalizas para obtener alimentos “más saludables y seguros”.
En concreto, los investigadores debatieron sobre la aplicación de estas tecnologías para la sustitución “parcial o total” del cloro en los procesos de lavado de las verduras, así como para “garantizar una mayor vida útil de frutas y hortalizas frescas”.
En la misma línea, en el encuentro se detallaron los resultados sobre el uso de distintas tecnologías en el proceso de producción de zumos y batidos de fruta como “alternativa” a los procesos térmicos “clásicos” que, según puntualizó la UGR, producen “una menor calidad nutricional” debido a la “pérdida de compuestos antioxidantes que son sensibles a las temperaturas utilizadas en las industrias alimentarias”.
Asimismo, en la reunión se abordó la extracción de compuestos antioxidantes a partir de residuos agroindustriales y el uso de los extractos tanto como ingredientes “funcionales” para la “fortificación” de bebidas, como el uso de los mismos para la producción de envases y/o recubrimientos activos capaz de “aumentar la vida útil de los productos vegetales garantizando la seguridad alimentaria”.
Además, se analizaron los planes de negocio obtenido de la aplicación de estas tecnologías a nivel industrial para “demostrar su escalabilidad y aplicación a la industria alimentaria”.
“Definitivamente, todos los productos formulados con las nuevas tecnologías se han analizado para corroborar la seguridad de los mismos y se ha evaluado la aceptabilidad por parte de los consumidores”, aseveró la UGR, que defendió que los resultados obtenidos “han puesto de manifiesto” cómo las tecnologías no-térmicas “son una válida alternativa a las tecnologías que se emplean en la actualidad”.
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