MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
La prevención desde la Atención Primaria, el uso de datos sanitarios y la equidad en la atención son factores “clave” para la “mejora” de la salud cardiovascular en España, donde, según el INE, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de hospitalización y muerte y su impacto económico total creció un 20% entre 2014 y 2020, hasta alcanzar un total de 7.700 millones de euros.
Así lo desvela el informe ‘Hacia una mejor salud cardiovascular en España’, presentado este miércoles por Farmaindustria, la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia) y PwC y que analiza el estado de la situación, así como cuestiones “clave para mejorarla”, según precisó Farmaindustria en un comunicado publicado tras el acto celebrado en la Real Academia Nacional de Medicina de España (Ranme), que fue clausurado por el ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, e inaugurado por el presidente de Farmaindustria, Jesús Ponce.
Durante su intervención, Ponce ciñó su discurso de forma simbólica a cuatro minutos, el tiempo que, según Farmaindustria, “separa en España cada muerte por esta causa”. “Tenemos en estas enfermedades un desafío latente, un problema que puede quedar oculto y, por tanto, una llamada a la responsabilidad de trabajar por la salud cardiovascular”, advirtió su presidente.
Por su parte, el ministro de Sanidad felicitó a Farmaindustria, Efpia y PwC por el documento y habló sobre la estrategia española en salud cardiovascular, convencido de que “debemos redoblar esfuerzos y seguir haciendo hincapié sobre los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida”. “La investigación, desarrollo e innovación son ejes, junto a la prevención, de las políticas del Ministerio para mejorar la salud cardiovascular”, advirtió en este sentido.
El documento, elaborado por PwC a instancias de Farmaindustria y la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia), que impulsa en el continente una plataforma para la salud cardiovascular, revela que, hasta la fecha, la atención de las enfermedades cardiovasculares en España, igual que en la mayor parte de Europa, se ha “focalizado” en el tratamiento de los episodios agudos, como infartos de miocardio o embolias.
FALTA DE PREVENCIÓN
“De hecho, más de un tercio del coste sanitario total relacionado con las enfermedades cardiovasculares en 2015 se destinó a emergencias y hospitalización y únicamente una cuarta parte, al resto de atención hospitalaria y Atención Primaria”, señala, al tiempo que subraya que el análisis de la situación “revela falta de programas de prevención y de diagnóstico precoz”.
Tras puntualizar que en el caso de uno de los factores de riesgo “más importantes”, como es la hipertensión, se estima que existen en España más de tres millones de casos sin diagnosticar, la patronal explicó que, según expuso el catedrático de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid Juan Tamargo durante el evento, “el 70% de la carga de enfermedad cardiovascular es atribuible a factores de riesgo prevenibles”.
Junto a ello, el informe también alerta de un “déficit en la prevención secundaria”, la que se produce después de un episodio agudo, teniendo en cuenta que sólo dos tercios de las unidades cardiológicas en España ofrecen rehabilitación cardíaca y sólo una de cada diez personas es “consciente” de sus niveles “idóneos” de colesterol, según Farmaindustria.
En paralelo, explicó que otra de las características de las enfermedades cardiovasculares es que “no tienen la misma repercusión en toda España”, convencida de que las diferencias “son muy importantes” y, según sus cálculos, “oscilan entre una tasa estandarizada por edad de 184 muertes por 100.000 habitantes en Madrid, frente a casi el doble en Asturias”.
El documento muestra, además, diferencias según los niveles educativos y de ocupación en cuanto a la exposición a los factores de riesgo y recuerda que las tasas de colesterol, hipertensión, obesidad o diabetes “son menores en los profesionales de nivel más altos que en los trabajadores no cualificados”, mientras que el género es otro factor de riesgo y cada año mueren en España unas 7.000 mujeres más que hombres por estas enfermedades.
HACIA LA PREVENCIÓN
En este contexto, Farmaindustria defendió que la atención “debe transitar del foco de la atención de episodios agudos en hospitales hacia la prevención en todos los centros de atención primaria”. “Un viraje que hace necesario mejorar la recopilación de datos, algo que se produce de forma desigual en España”, abundó, para señalar que sólo seis comunidades autónomas cuentan con un registro activo de estas enfermedades y, de ellas, “únicamente la mitad utilizan los datos con fines adicionales a la elaboración de informes”.
De este modo, el estudio propone la recopilación de “más datos, de mayor calidad y más accesibles” para que puedan ser integrados en las historias clínicas electrónicas y, así, “mejorar la atención” y, en este sentido, el jefe de Servicio de Cardiología y Unidad de Cuidados Continuados del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y catedrático de Cardiología en la misma universidad, José Ramón González, subrayó la importancia de mejorar la recogida y medición de datos de salud e innovar en la organización, convencido de que “no podemos seguir con modelos clásicos”.
Otra de las “grandes medidas”, a juicio de Farmaindustria, es mejorar la prevención, para lo que el informe propone la identificación de las personas en “riesgo” y la “reconfiguración” de las vías de “prevención secundaria” hacia la “colaboración” entre hospitales, atención primaria y la asistencia social.
Por último, el informe propone “avanzar hacia la equidad” con la identificación de las poblaciones “en riesgo” desde atención primaria, así como de programas de prevención secundaria para las comunidades “vulnerables”, con la “consideración de los patrones de desigualdad relativos al género, al nivel socioeconómico o al territorio”.
Para lograr todos estos objetivos, destaca algunas “oportunidades clave”, entre las que Farmaindustria citó la reserva de una financiación “específica” para estas patologías, que permita poner en marcha programas de diagnóstico precoz, o el “fortalecimiento” de la atención primaria, así como un “mejor aprovechamiento de la tecnología digital y la continuidad asistencial entre los hospitales y los centros de salud”.
Farmaindustria reconoció que las enfermedades cardiovasculares son “una prioridad” y que las compañías están “comprometidas con su abordaje”, como lo muestra el hecho de que estas patologías se encuentran entre las que más ensayos clínicos acumulan en España y que la investigación “continúa enfocada en nuevas vías de tratamiento”.
“Una mejor salud cardiovascular puede conseguir además sistemas sanitarios más resilientes y de mayor equidad”, sentenció, al tiempo que añadió que, además de la presentación del informe, en el acto también participaron otros expertos de referencia en esta materia que profundizaron en los próximos pasos que debe dar el Sistema Nacional de Salud en cuanto a prevención y asistencia, como el presidente de la Ranme, Eduardo Díaz; la codirectora de la Plataforma de Salud Cardiovascular de Efpia, Victoria Tzouma; la socia responsable de Retail & Consumo del área de Sanidad-Pharma de PwC, Leticia Rodríguez; y el cardiólogo del Hospital Universitario 12 de octubre e investigador del Centro Nacional de Enfermedades Cardiovasculares del Instituto de Salud Carlos III, Héctor Bueno.
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