MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El Tesoro Público celebra este martes la última subasta de letras del Estado del mes de junio, en la que pretende colocar entre 1.500 y 2.500 millones de euros, dos días antes de que se celebre la reunión del Banco Central Europeo (BCE), que previsiblemente subirá los tipos de interés en 25 puntos básicos.
El organismo dirigido por Carlos Cuerpo saldrá así al mercado con la sexta subasta del año de letras a 3 y 9 meses, que han ofrecido una buena remuneración en lo que va de año, lo que ha hecho que la deuda a corto plazo en manos de los minoristas se dispare un 72.313% interanual hasta marzo, último dato disponible.
De cara a esta colocación, las letras a 3 meses llegan con una referencia del 3,061 %, mientras que, en las que vencen a 9 meses, se sitúa en el 3,212%. La expectativa es que la remuneración se incremente después de que el Tesoro pagase las letras a 6 y 12 meses a un interés medio del 3,372% y del 3,445% la semana pasada. Hace un año, el interés fue negativo, es decir, que los inversores pagaban al Estado por adquirir deuda.
Tras emitir deuda a corto plazo, el organismo volverá a los mercados el jueves, cuando ofrecerá bonos del Estado a 3 años, con cupón 2,80% y vencimiento para el 31 de mayo de 2026; obligaciones del Estado con vida residual de 5 años y 4 meses, que vencerán el 30 de octubre de 2028 y tienen cupón 5,40%; y obligaciones del Estado a 15 años, con cupón 3,90% y vencimiento para el 30 de julio de 2039. El objetivo del Tesoro para esta emisión es captar entre 4.500 y 5.500 millones de euros.
En los bonos del Estado a 3 años, el interés de referencia es el 3,049% del pasado 1 de junio. Esta remuneración es similar a la referencia de las obligaciones con una vida residual de 5 años y 4 meses, que se sitúa en el 3,097%, pero inferior a la de las obligaciones a 15 años, que está en el 3,991%.
PROGRAMA DE FINANCIACIÓN
El Tesoro seguirá cumpliendo su objetivo de financiación bruta para todo el 2023, que asciende hasta los 256.846 millones previstos para todo el año.
La pretensión del organismo es captar el grueso de la deuda en la primera parte del año, una práctica habitual dentro de la institución pero que cobra especial importancia este año ante las sucesivas subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE).
No obstante, el organismo espera reducir su emisión neta en 5.000 millones de euros durante este año, hasta los 70.000 millones. Por tipo de instrumento, prevé que las Letras aporten financiación neta “negativa” por 5.000 millones, por lo que los Bonos y Obligaciones del Estado, junto con el resto de las deudas en euros y en divisas, financiarían un total de 75.000 millones.
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