DAROCA (ZARAGOZA), 8 (EUROPA PRESS)
La Fiesta de los Corporales de Daroca se ha celebrado este jueves, 8 de junio, y la Diputación de Zaragoza ha participado, un año más, en esta tradición, asistiendo a la eucaristía en la iglesia colegial de Santa María y a la procesión por las calles del municipio.
La representación de la Corporación Provincial ha estado encabezada por el presidente, Juan Antonio Sánchez Quero, y la vicepresidenta, Teresa Ladrero, ha informado esta institución en una nota de prensa.
Sánchez Quero ha recordado que la DPZ acompaña desde hace décadas a los daroncenses “en este día tan especial en el que se conmemora el milagro de los Corporales” y “es un honor formar parte de este día grande que, desde 2006, está reconocido como Fiesta de Interés Turístico de Aragón”.
El presidente de la Diputación de Zaragoza ha añadido: “Es un día muy especial para los vecinos de la localidad, que lo viven con ilusión y que atrae a numerosos visitantes hasta el municipio para ver como sus calles se tiñen de color”.
Desde la década de los sesenta, es costumbre que la institución provincial acuda como Corporación a la fiesta en respuesta a la invitación que cada año le cursa el Ayuntamiento de Daroca. Como todos los años, la asistencia de los diputados provinciales ha sido voluntaria y han acudido 17.
La celebración de los Corporales es el acto central de las fiestas del Corpus Christi en Daroca, que este año se celebran del 3 al 11 de junio. El acto religioso ha estado oficiado por el cardenal Juan José Omella y el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano. Antes de la eucaristía, se ha descubierto una placa con la que se conmemora que el papa León XIII concedió a la iglesia de Daroca el título de basílica el 3 de septiembre de 1890.
LOS ORÍGENES
Daroca celebra su día más especial de las fiestas, el jueves del Corpus Christi, con la procesión desde la plaza de la Colegial hasta la Torreta como acto central. Una vez en las afueras de la ciudad, cada año se celebra un sermón desde al menos 1414.
El milagro de los Corporales de Daroca se remonta a 1238, cuando el noble Berenguer de Entenza lideraba, en las cercanías de Valencia, compañías llegadas de Daroca, Calatayud y Teruel para hostigar a los musulmanes al sur del Júcar, tras la conquista de Valencia por Jaime I.
En el momento en el que los musulmanes sitiaron a los cristianos, Berenguer de Entenza ordenó a mosén Mateo, clérigo de la iglesia de San Cristóbal de Daroca, que celebrara una misa, y cuando se estaba celebrando, fueron atacados, lo que llevó al sacerdote a esconder las formas sagradas dentro de unos corporales, y cuando las recogió, las hostias se habían marcado con sangre sobre la tela.
Como en la batalla luchaban soldados de distintos lugares, como Teruel, Daroca y Calatayud, y todos querían quedarse con estos corporales, se acordó que éstos, colocados en una arquilla, se cargasen sobre una burra o mula que no había estado en tierras cristianas y se dejase al animal en libertad.
Al paso del mismo ocurrieron varios milagros hasta que llegó a Daroca, municipio en el que se desplomó y se interpretó que era voluntad divina que los corporales quedasen en esta localidad.
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