MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
Las rutas domésticas de Iberia que conectan Madrid con Barcelona, Sevilla, Valencia, Málaga y Alicante generan 329 millones de euros al Producto Interior Bruto (PIB) y hasta 5.980 empleos a tiempo completo, según un informe elaborado por PwC para la aerolínea, que pide, por tanto, no eliminar los vuelos de corto radio hasta garantizar una conectividad intermodal suficiente.
Según el informe presentado este lunes, en el que participaron el director corporativo de Iberia, Juan Cierco; la directora de ventas globales de la aerolínea, Beatriz Guillén; y la directora de Strategy & Economics a PwC España, Anna Merino, la eliminación de estas rutas domésticas y el desvío de los turistas internacionales a otros ‘hubs’ como París o Frankfurt restaría a España inversión extranjera y provocaría un aumento del 49% de las emisiones.
La presentación de este análisis coincide con la reciente decisión de Francia de eliminar los vuelos entre ciudades conectadas por tren de alta velocidad en menos de dos horas y media, que, según explicó Cierco, sólo ha acabado afectando a un vuelo, dada las excepciones que presenta para no afectar a la conectividad internacional.
Beatriz Guillén subrayó, por tanto, la “necesidad” de mantener las rutas interiores en España ya que la conectividad internacional necesita de una “red robusta” de rutas para dar respuesta a los casi cuatro millones de pasajeros internacionales que pasan por Madrid para ir a Latinoamérica o Estados Unidos.
“Lo irónico sería que suprimiésemos estas rutas para reducir las emisiones y que obligásemos a pasajeros a hacer Málaga-París Bogotá en vez de Málaga-Madrid-Bogotá”, señaló la directora de ventas de la aerolínea, que subrayó que, además del incremento de las emisiones, España “perdería el rol protagonista de ser el puente de conexión entre España y Latinoamérica”.
“Para dar esa misma eficiencia, necesitamos que llegasen entre ocho y 10 trenes de alta velocidad a la T4 de Barajas. Hoy no llega ninguno y para 2026 se plantea que lleguen uno o dos”, subrayó la directora de ventas, quien resaltó que al aeropuerto Charles de Gaulle (París) suelen llegar unos ocho trenes de alta velocidad por hora procedentes de 14 destinos.
Guillén señaló que la fase dos de la expansión de la conectividad intermodal empezará en 2030, por lo que antes de ese año no se podrá saber si se van a tener las conexiones suficientes que permitan plantearse la eliminación de las rutas.
No obstante, pese a la decisión tomada por el Gobierno francés, Cierco indicó que no han recibido “presiones” por parte del Ejecutivo español y señaló que, de momento, el único planteamiento de prohibición de estas rutas se realizó en el documento ‘España 2050’ publicado por Moncloa en mayo de 2021 y se llevaría a cabo para esa fecha.
“No hemos notado intención a corto plazo de tomar decisiones de ese calibre”, señaló el director corporativo de Iberia, que indicó que el Ejecutivo tiene que buscar el equilibrio entre el “riesgo y la oportunidad”. Además, señaló que tomar esta decisión en países de Centroeuropa “quizás sea más sencillo”, mientras que en España “afecta al PIB, la riqueza y el desarrollo económico”, por lo que, con las elecciones en el horizonte, no se piensa tomar ninguna decisión.
Así, Cierco espera que se tomen decisiones basadas en la “tecnología” y no en la “ideología” que puedan “poner el riesgo el futuro de la economía, el turismo y, en definitiva, a los ciudadanos del país”.
En cualquier caso, quiso dejar claro que la aerolínea no se niega a la eliminación de estas rutas en el largo plazo. “Lo que tiene que ocurrir es que el tren haga unas cosas que ahora hace el avión”, indicó, para asegurar que la conectividad ferroviaria abriría un “abanico de posibilidades” para utilizar los aviones de estas rutas para mejorar la conexión de Madrid en medio y largo plazo. “No se prescinden de esos aviones”, señaló.
EL TREN GANA TERRENO
Según la experta de PwC, la incorporación del tren de alta velocidad en estas cinco rutas ha incentivado la demanda y se ha producido un trasvase modal en el que se han reducido entre 2007 y 2019 un 55% los viajeros, mientras que en las rutas donde no hay alternativa ferroviaria de alta velocidad la reducción ha sido del 8% en el mismo período.
En concreto, el avión ha pasado del 63% al 23% de pasajeros y el tren del 37% al 77% entre 2007 y 2019. Las aerolíneas han pasado de transportar a 8,97 millones de pasajeros en esas cinco rutas a los 4,06 millones, según los últimos datos disponibles.
Merino subrayó que una de las cuestiones que preferían los clientes para tomar el avión eran las frecuencias, por lo que, si la demanda baja en el avión y sube en el tren, el trasvase modal se acentuará.
No obstante, según datos del informe, el impacto de estas cinco rutas por cada millón de pasajeros es de 102 millones de euros en el PIB, de los cuales 40,4 millones provienen de sectores vinculados a la aviación y 61,6 millones del turismo y sus sectores complementarios. Asimismo, la actividad genera 1.852 empleos a tiempo completo, 626 relacionados con el turismo.
En total, la ruta Madrid-Barcelona aporta 175 millones de euros al PIB, la de Málaga suma 54 millones, Sevilla aporta 40 millones, Valencia genera 32 millones y la ruta Madrid-Alicante aporta 29 millones de euros.
Merino subrayó la importancia de mejorar la intermodalidad para alimentar los el ‘hub’ de Madrid-Barajas, que actualmente tiene 50,6 millones de pasajeros. Señaló que un incremento de los vuelos permite aumentar los flujos de inversión extranjera e incrementar el turismo.
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