LOGROÑO, 5 (EUROPA PRESS)
El bienestar emocional de la comunidad educativa se ha convertido en uno de los grandes retos a afrontar y se posiciona como la principal preocupación vinculada al sistema educativo, según se desprende de las conclusiones emitidas por la comisión del Consejo Escolar de La Rioja constituida para evaluar las consecuencias psicoeducativas y emocionales de la pandemia y su impacto en la comunidad educativa.
El Consejo Escolar de la Rioja, órgano colegiado de consulta, asesoramiento y participación democrática de los sectores afectados en la programación general de la enseñanza no universitaria en todo el territorio de la Comunidad Autónoma de La Rioja, ha estado reflexionando a lo largo de este curso sobre las consecuencias psicoeducativas y emocionales de la pandemia y el fuerte impacto que ha tenido en la comunidad educativa.
Para ello, ha dedicado una comisión de trabajo específica en la que han participado expertos y representantes de la comunidad educativa (alumnado, orientadores, psicólogos, profesorado, familias), quienes han aportado su visión sobre la situación de los centros educativos en nuestra comunidad autónoma, y han elaborado un texto de consenso con las principales conclusiones obtenidas.
Entre las conclusiones de este trabajo se encuentra el desarrollo de un Plan de Apoyo para procurar el bienestar emocional en el profesorado, alumnado y familias, que tiene como objetivo prioritario el bienestar de toda la comunidad educativa porque, como afirma el profesor de la Universidad de La Rioja en el área de Psicología, Eduardo Fonseca Pedrero, participante en uno de los encuentros de la comisión, “los centros educativos son el lugar idóneo para prevenir los problemas emocionales y promocionar el bienestar emocional”.
Para la elaboración de este Plan de Apoyo, el CER plantea una serie de recomendaciones a la Administración educativa, a los centros y al profesorado, así como al alumnado y sus familias.
En relación con la administración educativa destaca la coordinación con los servicios sociales y sanitarios, el desarrollo de itinerarios formativos de educación emocional y la dotación a los centros de equipos multidisciplinares con estabilidad y tiempo suficiente para desarrollar su labor.
En cuanto a los centros y al profesorado la principal recomendación se centra en la necesidad de que se revisen y actualicen los proyectos educativos como marco de referencia, haciendo especial hincapié en la importancia de la tutoría, el trabajo en equipo y la coordinación, el desarrollo emocional debe formar parte del proyecto educativo.
Respecto al alumnado se considera muy importante la formación en el buen uso de las tecnologías, así como su implicación y compromiso con el respeto y cumplimiento de las normas.
Además se destaca la importancia de la participación y colaboración con el centro de las familias, así como el impulso a las escuelas de padres y madres.
También se incluyen unas recomendaciones al Consejo Escolar que van en la línea de impulsar la participación y facilitar espacios de diálogo y encuentro.
Por último el texto elaborado por la comisión insiste en la importancia de establecer el Plan de Apoyo para atender a las necesidades psicoeducativas derivadas de estas circunstancias porque solo puede haber una educación de calidad si esta parte del bienestar de toda la comunidad educativa.
Tanto las conclusiones emitidas por la comisión del CER como su Plan de Apoyo están orientadas al mismo objetivo que las diferentes actuaciones que la Consejería de Educación ha puesto en marcha a lo largo de este curso para afrontar esta situación, como el protocolo de prevención, detección, e intervención de la conducta suicida, numerosos cursos de formación del profesorado.
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