MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha exigido este lunes a Senegal que lleve a cabo una investigación “independiente” sobre la “violenta represión” de las manifestaciones que estallaron en el país tras la condena del opositor Ousmane Sonko, que se han saldado con la muerte de 16 personas.
“Los manifestantes muertos y heridos dejan un sabor preocupante de cara a las elecciones presidenciales de 2024 y esto debe ser investigado, mientras que los responsables deben llevarse ante la justicia”, ha dicho la subdirectora de África en HRW, Carine Kaneza Nantulya, quien ha exigido a las autoridades senegalesas que pongan fin a la represión.
La ONG ha entrevistado para su informe a 19 personas, incluidos tres manifestantes, tres activistas, cuatro opositores, cinco periodistas y dos abogados. Entre sus hallazgos, destacan las denuncias de la oposición senegalesa, que ha contabilizado en al menos 250 las detenciones de miembros de la sociedad civil, muchos de ellos simpatizantes opositores.
“Represento al 30 por ciento de los arrestados en la región de Dakar”, ha señalado un abogado a HRW, agregando que muchos de los detenidos tenían “heridas visibles” por los golpes sufridos a manos de los policías durante las manifestaciones.
Si bien HRW afirma que no ha podido confirmar el uso de balas por parte de las fuerzas de seguridad durante las protestas, la ONG ha podido hablar con un testigo que vio el cuerpo de Jadim Ba, un joven de 21 años que presuntamente habría muerto por un disparo en el pecho en el barrio de Pikine, en Dakar, el pasado 1 de junio.
Otros testigos afirmaron que durante las protestas había “matones” entre las fuerzas de seguridad. “Conducían coches sin placa y actuaban con impunidad bajo la protección de las fuerzas de seguridad”, señala a la ONG uno de los testigos.
Por otro lado, durante las protestas que se desarrollaron en Dakar, varios periodistas afirmaron que fueron intimidados mientras ejercían sus labores en el marco de las protestas. “Me detuvo un policía, mostré mi carné de prensa”, relata una informadora, agregando que, pese a ello, no la dejó seguir con su camino.
La ONG precisa además que el pasado 29 de mayo la Policía requisó los teléfonos y las cámaras de un equipo de tres periodistas que trabajaban para el portal de noticias senegalés Senegal7 y que estaban informando sobre las protestas.
El Ministerio del Interior de Senegal anunció cortes en las redes sociales para detener “la difusión de mensajes subversivos y de odio”, mientras que unos días más tarde las restricciones se extendieron al acceso de internet en el país, lo que dificultó la cobertura de las protestas para los medios de comunicación.
“Las autoridades senegalesas deben poner fin a las detenciones arbitrarias, liberar a las personas retenidas injustamente, incluidos los niños, y respetar los derechos de los senegaleses a manifestarse y protestar pacíficamente”, ha zanjado Kaneza Nantulya.
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