VALLADOLID, 2 (EUROPA PRESS)
El sindicato STECyL ha criticado este viernes que en estos últimos años, y “más con la precipitada” implantación de la LOMLOE, los profesores se han visto sometidos a una “vorágine burocrática que lastra” la función docente y, “además de ser en gran medida improductiva, está consiguiendo el desencanto y la frustración de los y docentes en Castilla y León”.
El profesorado y equipos directivos están “agotados”, con una carga de trabajo y un nivel de estrés “difícil de soportar que afecta de lleno a su salud mental y física y a su vida social y familiar”, señala la organización en un comunicado remitido a Europa Press.
El tiempo que dedican a este papeleo, se resta del tiempo para preparar bien las clases, coordinarse con el resto del profesorado o atender de manera más individualizada al alumnado.
En definitiva, afirma STECyL, se resta del tiempo de organizar el centro para garantizar la mejor calidad educativa posible, “y todo ello, sin que el claustro sienta que todos esos trámites burocráticos sirvan para mejorar su labor docente”.
ENCUESTA A 500 DOCENTES
Tras una encuesta realizada por el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza a casi 500 docentes los datos arrojan una realidad “preocupante”.
El 85 por ciento de las personas que han respondido afirma que la carga burocrática afecta negativamente a su labor de enseñanza, si bien más del 84 por ciento se queja de que no le da tiempo a preparar las clases en su horario laboral y que considera que realiza tareas propias de personal administrativo o de servicios.
Por otra parte, el 86 por ciento de las y los docentes indican que tampoco les da tiempo a realizar todas las tareas necesarias para atender a la diversidad de su alumnado en su horario laboral. Además el 74 por ciento considera que el exceso de burocracia afecta a su salud y a su vida familiar y social.
Por todas estas razones, desde STECyL-i considera “urgente” la disminución de las labores burocráticas del profesorado y equipos directivos de los centros educativos y pide a la Consejería de Educación que “aborde este problema”.
“Si la Consejería no le pone solución, va a conseguir que los claustros se opongan a participar en los proyectos, programas o planes educativos que les proponen, o que cada vez sea más difícil encontrar personas dispuestas a asumir cargos directivos con ilusión”, concluye el comunicado.
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