MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
La agencia de calificación crediticia Fitch ha mejorado la calificación crediticia a largo plazo de Repsol a BBB+, con perspectiva estable, desde BBB. Además, ha mejorado su calificación crediticia a corto plazo desde F-2 a F-1.
Según el informe de Fitch, esta mejora del rating se debe a la sólida posición financiera de Repsol, caracterizada por un fuerte desapalancamiento, una sólida ejecución operativa continuada en sus principales líneas de negocio, la inversión continuada en negocios con bajas emisiones de carbono y una gestión financiera prudente.
Esta mejora se suma a la realizada por Moody’s y S&P a finales de 2022. En concreto, Moody’s subió la calificación crediticia a largo plazo, situándola en Baa1 desde Baa2, manteniendo la perspectiva estable. S&P, por su parte, mejoró su nota en un escalón a BBB+ con perspectiva estable, frente a la anterior calificación BBB con perspectiva positiva.
Estas tres mejoras del rating refrendan la evolución de la estrategia de Repsol, como el sólido perfil financiero de la compañía, que en un entorno inflacionista ha tenido una relevante generación de caja, que ha permitido una significativa reducción de la deuda y una propuesta de incremento de la retribución al accionista.
En concreto, la deuda neta se redujo un 61% durante 2022, hasta 2.256 millones de euros. La liquidez se incrementó hasta 12.022 millones de euros, suficiente para cubrir cuatro veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.
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