PALMA, 30 (EUROPA PRESS)
El acusado de abusar sexualmente de una chica, aprovechando que estaba ebria, en Menorca, ha declarado que “en ningún momento” vio que la víctima estuviera mal, afirmando que “estaba consciente”, y ha señalado que, después de estar con ella en el coche, él quiso irse. “La dejé cuesta arriba y la ropa ahí”.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma ha acogido este martes el juicio contra el varón, para quien Fiscalía pide seis años de cárcel.
Al inicio de su declaración, el chico ha manifestado que, estando en un bar, fue la chica quien se sentó al lado de él y le puso la mano en la pierna, subiéndola después a la entrepierna. Entonces, le siguió “el juego”.
Después, ha continuado el acusado, fue la joven quien le insistió en irse. Así, se subieron los dos al coche del procesado. “Se sentó encima de mí, me empezó a besar y le dije que aquí no”, ha proseguido el hombre.
En ese momento, se movieron con el vehículo al otro lado del puerto de Mahón. “Ella sola se desvistió y yo me bajé los pantalones, y nos empezamos a besar”, ha detallado el chico, quien ha negado que hubiese penetración.
A preguntas de la fiscal, el varón ha insistido en que la mujer “estaba consciente y bien”, que “en ningún momento” vio “que estuviera mal”. Con todo, sí ha reconocido que, mientras le realizó tocamientos, la chica le manifestó que le hacía daño y, por ello, paró “de golpe”, ha afirmado el encausado.
Seguidamente, ha relatado que la chica le realizó una masturbación y, al finalizar, el hombre le dijo que se quería ir. “Le dije que no me encontraba bien y que la podía llevar a casa”, y ella “se enfadó”.
En palabras del procesado, ante el enfado, la chica salió desnuda del coche y él le ofreció una sudadera, hasta que volvió a entrar en el vehículo. “Después me dijo que no la dejara en su casa, que la dejara en la zona de los bares. Ella no llevaba ropa interior, me quedé en shock y cogí la ropa, la dejé allí y me fui”, ha manifestado.
Al minuto, según ha dicho, una amiga de la víctima le escribió un mensaje preguntando por la perjudicada, a lo que él respondió que la había dejado “cuesta arriba y la ropa ahí”.
Cabe destacar que el Ministerio Público sostiene que la chica se bajó del coche vistiendo únicamente la sudadera del procesado, sin ropa interior y en estado de confusión.
LA VÍCTIMA DECLARA QUE NO RECUERDA NADA
La víctima, durante su intervención, ha declarado que no recuerda nada de lo ocurrido. Iniciando su relato, ha contado que quedó con unas amigas para tomar algo y acabaron en otro bar donde había unas conocidas hablando con un grupo de chicos.
Uno de ellos, ha continuado la chica, se acercó y empezó a charlar, llegando a invitarle a dos chupitos.
Seguidamente, ha manifestado que lo próximo que recuerda es ver unas luces al otro lado del puerto, estando ella sentada en un coche. Con todo, ha asegurado que no recuerda a ninguna persona, ni tampoco haber mantenido relaciones sexuales.
Después, ha rememorado que se encontró con una amiga. “Llevaba una sudadera y los botines, pero no sabía qué había pasado, por qué estaba allí y así vestida”, ha finalizado.
OTROS TESTIGOS
La hermana de la víctima ha testificado, este martes, que fue su madre quien le advirtió que la perjudicada no respondía a las llamadas, por lo que se puso a buscarla “como una loca”, también al ver que había subido una foto a una red social donde había un grupo de chicos.
Finalmente, ha asegurado que al cabo de un rato, junto a una amiga, encontraron a la víctima “desorientada, con semen en el cuello, las rodillas raspadas” y “muchísimo” olor a alcohol.
El siguiente en testificar ha sido un agente de Policía, quien ha detallado que fue la hermana de la víctima quien se personó en comisaría y él, junto a una compañera, se trasladó a casa de la misma para tomarle declaración.
“Estaba muy alterada, ida, desorientada; no pudimos tener con ella una conversación fluida”, ha explicado, al tiempo que ha indicado no recordar que en ese momento la chica desprendiera olor a alcohol.
Por su parte, una compañera de clase de la víctima, que estuvo presente el día de los hechos, ha relatado que la vio “mareada” y “embriagada”, y ha confirmado que consumió alcohol. Asimismo, ha dicho que en un momento fueron al baño y, a la vuelta, al ver que no había sillas, la víctima se sentó encima del acusado, aunque ha negado que hubiera connotación erótica en este hecho.
Otra compañera ha señalado también que vio síntomas de embriaguez en la chica e incluso en un momento se cayó de una silla. Además, ha confirmado que acusado y víctima se fueron juntos del bar “de la mano”.
En su turno de intervención, un amigo del acusado, en concreto su preparador físico, ha expresado que estuvieron todos juntos en el bar y “sí hablaron más ellos dos, pero normal”. “En ningún momento vi nada raro”, ha puntualizado.
Además, preguntado por si vio tocamientos entre el procesado y la chica, ha dicho que “tanto” no vio, a la vez que ha afirmado que “se fueron bien, cogidos de la mano”.
LOS HECHOS
Los hechos, según Fiscalía, ocurrieron en octubre de 2020, sobre las 20.00 horas, cuando el chico se encontraba en un pub de Mahón junto a varios amigos y conoció a la víctima, que también estaba con sus amigas. Ambos grupos empezaron entonces a entablar conversación a la vez que consumían bebidas alcohólicas, entre ellas chupitos, hasta que se fueron del local, sobre las 21.00 horas.
Poco después, continúa la fiscal en su escrito, ambos grupos volvieron a encontrarse en un bar del puerto de Mahón y se sentaron todos juntos en una mesa de la terraza, consumiendo nuevamente alcohol.
En un momento de la noche, la víctima empezó a sentirse mareada, llegando incluso a caerse encima de la silla y diciéndole a sus amigas que quería marcharse a casa, ofreciéndose las mismas a llevarla. Con todo, la chica abandonó finalmente el local en compañía del procesado, según afirma Fiscalía.
El Ministerio Público sostiene también que el hombre, aprovechando el estado de embriaguez de la víctima, subió con ella en su coche y condujo hasta el otro lado del puerto, alejado de la gente. Una vez allí, abusó sexualmente de ella.
Después la llevó otra vez hasta el final del puerto y a la altura del bar, paró el coche y la víctima se bajó, vistiendo únicamente la sudadera del procesado, sin ropa interior y en estado de confusión. Además, según el Ministerio Fiscal, el varón abandonó el lugar tirando allí la ropa de la víctima, que se quedó deambulando por el puerto hasta que una amiga la encontró y la socorrió.
Fiscalía considera los hechos constitutivos de un delito de abuso sexual y pide para el acusado seis años de cárcel, ocho años de medida de libertad vigilada y la prohibición de acercarse a menos de 100 metros o de comunicarse con la víctima durante 12 años. Además, solicita que indemnice a la chica en la cantidad de 15.000 euros.
- Te recomendamos -