MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
Las tormentas de esta segunda quincena de mayo en amplias zonas de España, primero en el Mediterráneo y en los últimos días en muchas zonas del interior peninsular, han contribuido a que esta primavera meteorológica no vaya a ser la más seca en España desde que en 1961 comenzara la serie histórica nacional de precipitaciones.
Los últimos resúmenes climatológicos mensuales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), recogidos por Servimedia, indican que el pasado mes de marzo fue el sexto más seco desde 1961 y abril se convirtió en el menos lluvioso en 63 años.
España estaba viviendo la primavera meteorológica más seca del registro histórico. De hecho, entre el 1 de marzo y el 21 de mayo se recogieron 48 litros por metro cuadrado en el conjunto del país, hasta entonces el valor más bajo.
Sin embargo, esta situación ha cambiado porque la precipitación caída entre el 1 de marzo y el 28 de mayo es de 85 litros por metro cuadrado, exactamente la misma cantidad que la primavera meteorológica completa más seca hasta ahora, la de 1995.
“Por lo tanto, podemos ya descartar que la primavera de 2023 vaya a ser la más seca de la serie, puesto que al contabilizar las precipitaciones de los días 29 a 31 de mayo se superará esta cifra. No obstante, será una primavera muy seca”, según Rubén del Campo, portavoz de la Aemet.
Durante la semana pasada se recogieron 25 litros por metro cuadrado y la cantidad asciende a 50 litros por metro cuadrado entre el 1 y el 28 de mayo, cerca del valor normal de un mes completo de mayo, que es de 57 litros por metro cuadrado.
“APORTE DE HUMEDAD”
Más atrás en el tiempo, este año hidrológico, que empezó el pasado 1 de octubre, registra un 27% menos precipitaciones de lo normal, pues hasta el 28 de mayo se recogieron 396 litros por metro cuadrado, cuando lo normal son 516. “Estamos, por lo tanto, ante uno de los ocho años hidrológicos más secos hasta la fecha desde 1961”, indicó Del Campo.
Por otro lado, Del Campo señaló que las precipitaciones de los últimos días suponen “un aporte de humedad muy valioso para los suelos, que se encuentran actualmente mucho más secos de lo normal para esta época del año”.
“Además, como los cielos están más nubosos y la humedad del aire es alta, la evaporación es menor y esto ayuda, de alguna manera, a que la vegetación reduzca en alguna medida el estrés hídrico al que ha estado sujeta en las semanas previas”, apostilló.
Sin embargo, las precipitaciones no se han notado todavía en el agua embalsada. “Las salidas de agua de los embalses han superado a las entradas y, con los últimos datos disponibles, la reserva de agua esta semana ha disminuido ligeramente con respecto a la semana anterior”, indicó Del Campo.
En cuando a los próximos días, se esperan precipitaciones superiores a las habituales en esta época del año al menos hasta la semana que viene. Serán en muchos casos en forma de chubascos que localmente podrán ser fuertes e ir acompañados de granizo.
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