HUELVA, 30 (EUROPA PRESS)
El Banco de Alimentos de Huelva y las asociaciones provinciales de campings y hoteles, miembros estos del Círculo Empresarial de Turismo (CETH), han firmado este martes un convenio para combatir el desperdicio alimentario, que “afianzan la apuesta del sector turístico por la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa de las empresas”. Al mismo se han adherido ya cinco empresas del sector de alojamientos turístico, según ha indicado el CETH en una nota.
Este convenio se da dentro un marco de colaboración “pionero en el ámbito de nuestra comunidad autónoma”, ha señalado el sector turístico antes de añadir que ya “de manera habitual” los establecimientos de alojamientos turísticos “han venido colaborando con entidades sociales y sin ánimo de lucro en esta materia”, reseñando que “con el paso dado se establece un marco de referencia permanente y estable de la mano de una de las principales entidades sociales sin ánimo de lucro de la provincia como es el Banco de Alimentos”.
De esta manera, y con la “estrecha colaboración” de la administración sanitaria, en concreto de la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía en Huelva y su departamento de salud pública, las entidades que suscriben este acuerdo han definido un procedimiento por el cual aquellos alimentos que se pueden considerar excedentes alimentarios se distribuirán entre diferentes entidades sociales a través del Banco de Alimentos de Huelva, para “intentar paliar las necesidades de los colectivos más desfavorecidos de la provincia”.
Estos excedentes son, fundamentalmente, aquellos que se producen en los buffés de los establecimientos hoteleros, o en el caso de los campings de los productos que se ofrecen a los clientes en los servicios de comercio de alimentación ubicados en los mismos.
El convenio tiene por objeto establecer un marco de colaboración entre las entidades firmantes para coordinar las donaciones y la distribución de aquellos excedentes alimentarios que se producen en el desarrollo de la actividad, “facilitando así un mejor aprovechamiento de los recursos”.
Desde el CETH han recordado que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que un tercio de los alimentos producidos en el mundo son desperdiciados o no utilizados como alimentos. La repercusión económico-social y de derroche de recursos naturales –emisiones GEI, huella hídrica, modificación/degradación del uso del suelo para la producción, etc.– para conseguir producir estos alimentos es enorme y esta sociedad “no se lo puede ni debe permitir”.
El primer objetivo de la lucha contra el desperdicio alimentario debe ser la prevención a través de la puesta en marcha, por parte de las empresas alimentarias, de prácticas que reduzcan la generación de excedentes alimentarios y en su defecto, posibilitar la donación de estos.
El sector turístico ha subrayado que la firma de este convenio “es solo el comienzo de una estrecha y permanente colaboración entre entidades que hacen de este problema un objetivo a resolver”, si bien por las dimensiones, características y condiciones en las que hay que certificar un procedimiento de recogida y distribución de los alimentos, “se precisa de la máxima colaboración posible por parte de las administraciones e instituciones privadas que asuman y hagan suyo este mismo compromiso y se adhieran a este importante y necesario proyecto”.
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