MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Diferentes neurólogos, cardiólogos y psicólogos, reunidos en la jornada ‘Nuevas aproximaciones a la prevención de la enfermedad vascular cerebral’, han señalado que, aunque la enfermedad vascular es la principal causa de muerte en el mundo, el 90 por ciento de sus factores de riesgo son modificables.
La cardiopatía isquémica es la primera causa de fallecimiento en el mundo, seguida de las enfermedades vasculares cerebrales. Estos datos convierten la enfermedad vascular en la principal causa de mortalidad a nivel mundial, y en la primera también de discapacidad adquirida en el adulto.
Por este motivo, la jefa asociada del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, la doctora Araceli García Torres, ha destacado la intención de los expertos de “dar un paso más allá en prevención”. “Habitualmente se ha actuado sobre los principales factores de riesgo vascular conocidos (hipertensión, diabetes, niveles elevados de colesterol, obesidad); pero pensamos que, si bien este abordaje es fundamental, prevenir la aparición de estos factores de riesgo es aún mejor”, ha afirmado.
“Podemos decir que buscamos la prevención de la prevención, que permitiría mejorar no solo la mortalidad y la discapacidad, sino, por encima de todo, la calidad de vida”, añade, insistiendo en que, “en consecuencia, el abordaje multidisciplinar es imprescindible”, ha añadido la doctora Torres.
Para ello, conviene partir, según los especialistas, de la “triada de la buena salud”, que componen la dieta, el ejercicio y el sueño. Tres factores básicos para reducir el riesgo vascular y mantener una buena calidad de vida que constituyen una propuesta aparentemente sencilla, pero que, con el ritmo de vida acelerado que marca el día a día (comida rápida procesada, sedentarismo, falta de descanso), cada vez cuesta más mantener.
Por eso, los participantes en la jornada consideran que una buena información y formación, además de campañas de educación a la población más joven, podrían tener efectos muy positivos.
Junto a esto, el binomio estrés versus relajación es otro de los componentes en la prevención de la enfermedad cerebrovascular. En este sentido, la doctora García ha apuntado que “parece evidente que el estrés no es bueno y que la relajación es mejor. Pero hay datos concretos que sustentan esta idea y que se deben conocer para poder controlar”. “El estrés aumenta en más de un 30 por ciento el riesgo vascular; y la meditación y la relajación ayudan en buena medida a disminuir este porcentaje”, ha afirmado.
SOLEDAD, INTERACCIÓN Y TECNOLOGÍA EN POSITIVO
Otro de los aspectos tratados en el encuentro ha sido los efectos de la soledad y la interacción social en las sociedades actuales. A este respecto, la neuróloga y miembro de la Unidad de Ictus de la Fundación Jiménez Díaz, la doctora Inmaculada Nava, ha asegurado que “la soledad no buscada es otro factor de riesgo importante que aumenta el riesgo de muerte”.
Por ello, desde un punto de vista individual, ha considerado que las personas deben conocer este aspecto y establecer conductas para evitarlo pero, desde un enfoque general, también la sociedad y los profesionales deben establecer mecanismos orientados a disminuirla.
Las nuevas tecnologías estuvieron también presentes en el encuentro, como herramientas importantes de ayuda en medicina en general, y en la prevención de la enfermedad cerebrovascular, en particular.
Así, la compañera del Servicio de Neurología y de la Unidad del Ictus del hospital, la doctora Marta Oses, se ha referido a los múltiples dispositivos de uso doméstico que permiten detectar arritmias, y que facilitan la instauración de un tratamiento precoz para abordarlas.
“Se trata de dispositivos beneficiosos, siempre con un seguimiento médico, que permiten interpretar y tratar los resultados de la mejor manera posible”, ha afirmado la doctora Oses.
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