MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El FC Barcelona homenajeó a Sergio Busquets y Jordi Alba este domingo en el último partido para ambos en el Spotify Camp Nou como jugadores del cuadro azulgrana, después de la victoria (3-0) ante el Mallorca como inicio de la fiesta que despidió también al feudo blaugrana por su inminente remodelación.
El cuadro culé dijo adiós a dos leyendas, en una noche al estilo de las despedidas a Pep Guardiola, Xavi Hernández o Andrés Iniesta. Una noche en la que la afición azulgrana también se despidió del Camp Nou por las obras que llevarán al equipo a jugar en el Estadio Olímpico Lluís Company el próximo curso.
Ambos fueron titulares en la victoria sobre el Mallorca, ya con el título en el bolsillo pero en un partido serio del Barça después de las dos últimas derrotas. Busquets y Alba fueron sustituidos en los minutos 84 y 79, para que pudieran recibir el cariño de la grada, pero tras el pitido final siguió la celebración.
El centrocampista y el lateral salieron al césped con los trofeos de la Liga y la Supercopa de España ganados esta temporada, en medio de un pasillo hecho por el cuerpo técnico y los jugadores del primer equipo. Desde el centro del campo, ambos protagonistas recibieron un recuerdo entregado por el presidente del Barça, Joan Laporta.
“Quiero agradecer todas las muestras de cariño recibidas. Ha sido un orgullo vestir esta camiseta. He intentado ayudar a todo el mundo y me siento muy orgulloso de ser culé. Profesionalmente, puedo decir que hoy ha sido el día más feliz de mi vida”, dijo Alba, con un recuerdo para Tito Vilanova, quien le fichó en 2012.
“Siempre he soñado jugar en este estadio. El sentimiento y el orgullo de ser del mejor club del mundo nunca me lo quitará nadie. Soy socio, también aficionado, y me voy superando todas las expectativas que tenía de pequeño. Esto no es un adiós, porque estoy seguro de que esto será un hasta pronto”, dijo ‘Busi’.
Quince temporadas, en el caso de Busquets, y once, en el caso de Alba, terminaron en casa con un manteo de sus compañeros, en una ceremonia que también dijo ‘hasta pronto’ al estadio, adiós a como se le conoció durante 60 años. El homenaje, con más de 88.000 espectadores, arrancó con la locución del poema de Josep Maria de Sagarra que se leyó el día de su inauguración en 1957 y con la colocación de seis camisetas gigantes sobre el césped.
Después, una sardana en el centro del campo, para dar paso a la parte más simbólica de la ceremonia, cuando el socio número 14 del FC Barcelona, el senador Miquel Esquirol, un asiduo al Estadio desde su inauguración en 1957, fue el encargado de ofrecer un banderín de córner del Barça-Mallorca a dos niños, Toni y Arlet, que simbolizan las nuevas generaciones que disfrutarán del futuro y renovado Spotify Camp Nou.
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