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“Casi el 75% de las facturas no fueron pagadas a tiempo durante el año 2022, según Cepyme.”

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MADRID, 23 (SERVIMEDIA)

Solo el 27% de las facturas con las pequeñas y medianas empresas se pagaron en el plazo acordado, mientras que el 73% se abonaron fuera de dicho período durante el año 2022, según un estudio publicado este martes por la patronal Cepyme.

Además, el estudio, presentado este martes, subraya que el plazo medio de pago (PMP) subió en el primer trimestre de este año de 80,3 días a 82,1 en comparación con el trimestre anterior, aunque se mantiene en una senda descendente pese a este ligero repunte.

De hecho, en el primer trimestre de 2023, el PMP se situó 2,4 días por debajo del registrado en el mismo periodo del año anterior y, con 82,1 días, supone el plazo medio más breve para ese periodo desde 2015. La reducción interanual de 2,4 días registrada en el primer trimestre de 2023 es la más marcada en los últimos diez años.

La paulatina disminución del PMP se interpreta por Cepyme como “el resultado de una gestión prudente de la tesorería de las empresas, azuzada por el aumento de los precios, la restricción del crédito y los mayores gastos financieros”. Además, explica que esa gestión más cauta de la tesorería busca evitar la erosión del valor real de los cobros pendientes que provoca la inflación y paliar el aumento del coste financiero de la deuda comercial.

Por sectores, se registra en el primer trimestre del año en curso una ampliación de la brecha entre los PMP de los principales sectores, que llegó a 53,4 días. Es la diferencia entre el plazo medio de pago de la industria (125,3 días) y los servicios (72 días). Esa mayor brecha surge por la evolución del PMP en el subsector Electricidad, Gas y Agua. Si se excluyera este ramo, la industria arrojaría una reducción de casi un día en su PMP.

Al comienzo de 2023, el incremento del PMP de este subsector fue mucho mayor que el habitual, más que triplicándose frente al cuarto trimestre de 2022. Concretamente, aumentó desde 77,7 a 262,7 días. Es ese aumento lo que justifica la subida del PMP del sector industrial en el primer trimestre, de 81,4 días en el trimestre anterior hasta 125,3 días ahora.

La Construcción muestra ocho descensos interanuales consecutivos en su plazo medio de pago y la reducción más prolongada correspondió a Servicios, con un PMP 15,9 jornadas menor que en el primer trimestre de 2022, gracias al mejor comportamiento del Comercio Minorista y el capítulo de Venta de Vehículos. Los PMP respectivos de estos subsectores, de 65,5 y 63,1 días, son los más reducidos desde 2007.

Pese a la reducción del PMP nacional, éste aumentó en términos interanuales en nueve autonomías y en Ceuta y Melilla. Se da el mayor número de regiones con subida del PMP en tres años.

En cuanto al tamaño de las empresas, el PMP aumentó en las microempresas y también en las grandes compañías, mientras se redujo en las pequeñas y medianas. Las microempresas marcaron en el primer trimestre del año el PMP más prolongado, de 91,4 días, 3,9 jornadas superior al del mismo periodo del año anterior.

Si se compara el PMP del primer trimestre de 2023 con el del mismo período de 2019, se encuentra una reducción de 8,4 días en el caso de las pequeñas empresas, y de 5 jornadas en el de las firmas medianas. Las pymes son las empresas que padecen peores condiciones de acceso al crédito, liquidez, coste financiero, capacidad negociadora y sensibilidad a la inflación.

El PMP de las grandes empresas sube un 27,9%, a 74,6 días, mientras desciende un 1% en las pymes, a 84 días. La subida interanual de 27,9 días se explica principalmente por el efecto escalón, ya que en el primer trimestre de 2022 se había producido una caída de 21,4 días. Así, la subida real del PMP de las grandes empresas es mucho más moderada de lo que sugiere el incremento interanual.

LA DEUDA, MÁS COSTOSA

Por otro lado, el informe señala que el coste financiero de la deuda comercial duplica en el primer trimestre el del mismo periodo del año anterior. EN concreto, el coste de la deuda no morosa ascendió a 1.301 millones de euros en el primer trimestre en cómputo anualizado y el de la morosa, a 1.348 millones.

Sumando los dos componentes -ordinario y moroso- se infiere que las pymes han hecho frente a un coste financiero total anualizado de 2.649 millones de euros en el primer trimestre, un 97,5% más que un año antes, lo que prácticamente dobla la carga soportada en el trimestre correlativo de 2022. Desde 2011, las pymes no sufrían un coste tan elevado de su deuda comercial.

La deuda comercial total -ordinaria y morosa- del conjunto de las pymes, causante de ese elevado coste financiero, rozó los 200.000 millones de euros, un 19,2% más que un año antes. “Este volumen y su evolución al alza, en un contexto de intereses más altos, demuestra la dificultad que a las pymes les suponen los retrasos en los pagos, sortear los vetos legales para alcanzar pactos entre las partes más allá de los 60 días y contener el desajuste temporal que supone la inflación, lo que limita la capacidad de aumentar la capacidad productiva del negocio”, ahonda el análisis de Cepyme.

VENTAS A PLAZO

A modo de novedad, el Observatorio de Morosidad de CEPYME incorpora un nuevo indicador, el Índice de morosidad en ventas a plazo, con el fin de analizar la tendencia de las empresas de recurrir a acuerdos de aplazamiento del pago de facturas en sus relaciones comerciales.

Como balance de 2022 cabe destacar que el índice de morosidad en las facturas de ventas a plazo (IMFVP) fue de 51,5, una cifra relativamente baja en la serie histórica, pero que constituye el tercer aumento interanual consecutivo. El hecho de que el índice presente un valor de 51,5 supone que la morosidad fue prácticamente la mitad de la del periodo base (2014-2019). Y, aunque el dato es el mayor desde 2020, para Cepyme, “es preocupante la tendencia al aumento”, pues “ya van cuatro trimestres seguidos con incrementos interanuales”.

A cierre del pasado ejercicio el IMFVP fue un 71,1% mayor que un año antes, lo que supone el mayor incremento desde septiembre de 2016. En consecuencia, la morosidad en las ventas a plazo sufrida por las empresas fue, a cierre de 2022, la más alta en dos años.

En el primer trimestre de este año los mayores IMFVP se dieron en los ramos de Construcción (168,6 puntos) y Materiales de Construcción (136,8), superando en más de un 30% la media.


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