MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El Ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han acordado un alto el fuego de una semana que ha entrado en vigor en la noche de este lunes y que Naciones Unidas espera que sea lo que “siembre el camino de la paz”.
El representante especial para Sudán de la Secretaría General de la ONU, Volker Perthes, ha hablado este lunes frente al Consejo de Seguridad para exponer los últimos acontecimientos en el país africano, donde asegura que “las vidas y las infraestructuras están siendo destruidas por el conflicto” que se alarga ya durante cinco semanas.
“La situación de seguridad está impidiendo la entrega de ayuda humanitaria”, ha denunciado, alegando que espera que esta tregua sea efectiva y permita los envíos de ayuda, que a su vez servirían para dar un empujón a las conversaciones de paz.
Los civiles, ha lamentado, han pagado un alto precio por la “violencia sin sentido”, que hasta la fecha y según cifras de la ONU se ha cobrado la vida de más de 700 personas, entre ellas 190 niños. El conflicto ha dejado, en datos preliminares, más de 6.000 heridos y miles de desaparecidos, además de desplazar a más de un millón de personas, 840.000 dentro del país y 250.000 en el extranjero.
Los ataques están dejando a su vez una ristra de denuncias por violaciones a Derechos Humanos que la organización está tratando de investigar, entre ellas numerosos casos de violencia sexual contra mujeres y niñas.
Además, los enfrentamientos en la capital, Jartum, han provocado el cierre de más de un tercio de hospitales por falta de recursos y personal, impidiendo así el trato a los ciudadanos que continúan en la ciudad.
La tregua que ha entrado en vigor en la noche del lunes forma parte de un acuerdo a través del cual también se establece la retirada de las fuerzas militares de hospitales y permitir la reparación de las instalaciones de servicios básicos, así como el libre funcionamiento de hospitales y la distribución de ayuda humanitaria. Por último, prevé facilitar la recuperación y enterramiento de los cuerpos de los fallecidos en combate.
Aunque las treguas anteriores no han sido efectivas, con acusaciones de romper el alto el fuego por ambas partes, esta vez se espera que el monitoreo de Estados Unidos y Arabia Saudí sirva para dotarla de una mayor validez.
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