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Se ha destinado una inversión de 7,7 millones para establecer las oficinas de la Demarcación de Carreteras en el edificio del ex Instituto de la Grasa

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SEVILLA, 22 (EUROPA PRESS)

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana va a destinar más de 7,7 millones de euros (sin IVA incluido) a la reforma completa de la antigua sede del Instituto de la Grasa, en La Palmera, para que albergue las oficinas de la Demarcación de Carreteras de Andalucía Occidental. El plazo de ejecución de los trabajos, que se realizarán en fases para “atender a las necesidades de disponer de los espacios”, es de 18 meses, a tenor de nueve meses en cada una de ellas.

Así aparece recogido en el proyecto básico y de ejecución para la rehabilitación del edificio, consultado por Europa Press. El Instituto de la Grasa fue construido entre los años 1950 a 1955 por los arquitectos Luis Toro Buiza y Ricardo Fernández Vallespín. Desde su traslado, en 2017, al campus de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), el edificio “ha permanecido sin uso, abandonado”, lo que “unido a la edad de la edificación, ha provocado que en estos momentos se encuentre en mal estado de conservación, al igual que los espacios exteriores, habiendo sido objeto de actos vandálicos”.

El proyecto define las actuaciones de la “reforma completa” en el interior de las edificaciones –cuatro en total–, con “refuerzos estructurales parciales y solución de patologías en una zona de la planta baja, todo ello primando la conservación de las fachadas y cubiertas y eliminando los materiales de la cubierta inanopropiados del edificio interior”. El inmueble en su conjunto mantendrá el uso fijado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como dotacional, ya que albergará despachos y oficinas de la Demarcación de Carreteras del Estado en Andalucía Occidental.

Se ha “primado”, explican los firmantes del proyecto, la “protección y recuperación” de los elementos característicos de la fachada y las cubiertas, resaltándose los espacios interiores y su “formalización estructural”. Se mantendrá y mejorará el espacio libre de la parcela, así como el arbolado existente, “cualificándolo con nuevo arbolado y pavimentación adecuada” y restaurando el cerramiento original. No se proponen, de hecho, nuevos cuerpos o plantas, se mantienen los edificios existentes y su posición original, se mantiene la altura, siendo la máxima tres más ático, y se eliminan “pequeños añadidos sin interés con el fin de generar un volumen de conexión entre edificaciones interiores más acorde con el uso de la edificación”.


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