MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos ha pedido a las autoridades iraníes que no lleven a cabo la ejecución de tres presos que fueron detenidos el pasado mes de noviembre en Isfahán durante las protestas antigubernamentales que surgieron tras la muerte de la joven Mahsa Amini.
“Nos unimos al pueblo de Irán y a la comunidad internacional para pedir a Irán que no lleve a cabo estas ejecuciones. La ejecución de estos hombres –después de lo que se han considerado en su mayoría juicios falsos– sería una afrenta a los Derechos Humanos y a la dignidad básica en Irán y en todo el mundo”, ha indicado el portavoz adjunto del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, durante una rueda de prensa.
Así, ha instado “una vez más a los dirigentes iraníes a que pongan fin a las muertes, detengan los juicios simulados y respeten los Derechos Humanos de los ciudadanos”.
“De este episodio se desprende claramente que el régimen iraní no ha aprendido nada de las protestas que comenzaron con otra muerte, la de Mahsa Amini en septiembre del año pasado”, ha subrayado el portavoz adjunto.
Patel ha aseverado que la Administración Biden “continúa trabajando en estrecha colaboración con los aliados y socios en todo el mundo para condenar y hacer frente a estas terribles violaciones de Derechos Humanos”, indicando que “existe una convergencia entre EEUU y los aliados para hacer frente al desafío al que se enfrenta el régimen iraní”.
“Cuando se trata de exigirles responsabilidades, seguiremos haciéndolo”, ha remarcado, recordando que, además de “las atroces violaciones de DDHH”, Teherán también ha mostrado su “continuo apoyo a Rusia en la guerra de Ucrania (y) su suministro de armas a grupos en Oriente Próximo”.
La ONG Amnistía Internacional alertó este miércoles sobre la “inminente” ejecución en Irán de estos tres presos.
“En medio de la horrible ola de ejecuciones de decenas de personas por parte de las autoridades desde fines de abril de 2023, la comunidad internacional debe tomar medidas urgentes para detener la ejecución de estos manifestantes antes de que sea demasiado tarde”, informó entonces la directora adjunta de AI para Oriente Próximo y el norte de África, Diana Eltahawy.
Los tres hombres fueron juzgados entre diciembre y enero, tras lo que fueron condenados a muerte por “enemistad hacia Dios” (‘moharebeh’) por presuntamente llevar armas encima durante las protestas. En mayo, el Tribunal Supremo iraní confirmó las sentencias pese a las irregularidades en el proceso, la falta de pruebas y las denuncias de tortura.
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