MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
Investigadores del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM), han revelado que la variante beta del coronavirus se transmitió a partir de migraciones regionales en Mozambique y han cuestionado el beneficio de cerrar fronteras.
Según informó este miércoles el centro de investigación, los científicos utilizaron tecnología puntera de secuenciación y análisis filogenético para estudiar la segunda y tercera olas de covid-19 en Mozambique. Los resultados, publicados en la revista ‘Lancet Global Health’, mostraron que la variante beta del SARS-CoV-2 llegó principalmente de Sudáfrica, mientras que el principal origen de la variante delta fue el Reino Unido e India, además de Sudáfrica.
Desde el inicio de la pandemia, los esfuerzos globales para secuenciar el SARS-CoV-2 generaron una cantidad de datos sin precedentes (más de 15 millones de secuencias subidas al repositorio de acceso abierto Gisaid a día de hoy). Esta información resultó crucial para entender la evolución del virus y el posible impacto en vacunas y otras medidas de salud pública. Sin embargo, el origen de las muestras secuenciadas fue muy dispar: en muchas regiones del mundo el muestreo ha sido insuficiente, lo cual dificulta la vigilancia genómica a nivel global y local, aseguraron los investigadores.
De hecho, el investigador de ISGlobal, centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, y del CISM, Alfredo Mayor, comentó que “la mayoría de países africanos, con la excepción de Sudáfrica, ha reportado un número muy pequeño de secuencias. Por ejemplo, en Mozambique teníamos muy poca información sobre las variantes virales que circularon durante las diferentes olas de covid-19, o de dónde llegaron y cuándo”.
MUESTRAS EN MOZAMBIQUE
Los investigadores secuenciaron el genoma del virus a partir de muestras de pacientes sintomáticos del sur de Mozambique, recogidas durante la segunda y tercera olas de la covid-19 (entre enero y julio de 2021). Los objetivos del estudio fueron cuantificar cuántas veces se introdujeron las distintas variantes del virus en el país, identificar su procedencia y evaluar cuánto contribuyeron a alimentar la pandemia local.
Los resultados confirman que la gran mayoría de las casi 1.000 secuencias de Mozambique analizadas en este estudio correspondían a la variante delta (que dominó en la tercera ola, entre junio y julio del 2021), seguida de beta (que dominó en la segunda ola entre enero y marzo del 2021), aunque también se identificaron otras variantes que no habían sido reportadas en Mozambique (como AY.37 y C..1.2) o incluso en África (como AY.29).
El análisis reveló 190 introducciones independientes de la variante beta a lo largo de siete meses, la gran mayoría a partir de Sudáfrica, país vecino donde se cree que surgió dicha variante. La variante alfa, que en ese momento dominaba en Europa, no fue detectada.
Por el contrario, delta llegó a Mozambique más rápido (la mayoría de las 220 introducciones independientes ocurrieron a lo largo de cuatro meses) y desde más lejos: Reino Unido e India, aunque también de Sudáfrica.
Además, añadieron los científicos, la variante delta rápidamente se impuso sobre beta, debido a su mayor transmisibilidad y a una mayor transmisión comunitaria. Los resultados también indicaron que la mayoría de introducciones, ya sea de beta o de delta, no generaron descendientes. Solo una fracción de las mismas contribuyó a la propagación local del virus.
Por ello, los investigadores concluyeron que “la covid-19 se transmitió en Mozambique a partir de migraciones regionales (para beta) e internacionales (para delta)”.
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