PALMA, 12 (EUROPA PRESS)
El Comité de Empresa de la Fundación Nazaret ha expresado su “máxima preocupación” por si se cometieron los abusos denunciados dentro de esta entidad en la década de los años 80.
En un comunicado emitido este viernes, el comité, en representación de los trabajadores de la Fundación, ha manifestado que el modelo actual de la entidad “trabaja y sigue escrupulosamente con todas las normativas e inspecciones vigentes para asegurar que no se haga nada en perjuicio de las personas menores residentes a los servicios de acogida” que gestiona.
En este sentido, han resaltado también que las personas trabajadoras cumplen “todos los requisitos en cuanto a titulaciones, formaciones específicas” y otras obligaciones exigidas como la ausencia de antecedentes penales o certificados de ausencia dedelitos sexuales.
“Desde hace muchos años pertenecemos a un colectivo que se ha preocupado por su profesionalización y dignificación, luchando siempre para poder ofrecer la mejor atención a la infancia vulnerable”, han insistido.
Por todo ello, han reiterado una vez más su “preocupación” por si se cometieron los actos abusivos contra la persona o personas denunciantes, o cualquier otro menor residente en la institución en el pasado.
Además, el Comité ha enfatizado que uno de los objetivos de su trabajo se basa en “acabar con estas situaciones de abuso a personas vulnerables” y han revelado que desde la dirección de la Fundación les consta que se ha ofrecido “toda la ayuda necesaria para intentar aclarar lo sucedido y se repare en la medida de lo posible el dolor que se pudiera causa”.
También han ofrecido, como trabajadores de la actual Fundación Nazaret, su apoyo a cualquier persona que haya sufrido cualquier tipo de abuso en el pasado.
Para finalizar, el Comité de Empresa ha querido dejar patente su preocupación por cómo están viviendo los menores de acogida en la Fundación el “estallido social e informativo” surgido a raíz de la denuncia.
“Desde nuestra profesión intentamos crear unos espacios acogedores que faciliten el crecimiento y la educación, y donde puedan sanar los dolores que han sufrido. No les ayuda en absoluto el mensaje que llega de que la sociedad les percibe como personas que son víctimas en los centros donde residen”, han lamentado, pidiendo al mismo tiempo un “esfuerzo” por “no hacer más patente este estigma que les persigue sin tener ninguna culpa”.
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