MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, una vez que regrese este sábado de Washington participará, cada día, en la campaña electoral apoyando a candidatos a las elecciones municipales y autonómicas del 28-M, con el objetivo mínimo de revalidar el poder vigente y fortalecer al partido para las generales de final de año.
La agenda le llevará a recorrer más de 9.000 kilómetros por la península y Baleares, y sin visitar hasta tres de las nueve comunidades autónomas en las que gobierna el PSOE y cuyos presidentes se enfrentan a la reelección: Canarias, La Rioja y Navarra. Aunque con ellos, remarcan fuentes del partido, ya ha estado en esta precampaña que inició en enero, igual que en comunidades como Murcia o Galicia que no pisará -inicialmente- estos días.
El diseño de la campaña la han realizado en el PSOE con “microcirugía”, apuntan fuentes de Ferraz, teniendo “muy en cuenta” los lugares donde es necesario un respaldo para afianzar el electorado o donde consideran que hay opciones de hacerse con el bastón de mando. Incluso de “rascar” algún parlamentario o concejal que sume para las diputaciones.
Así, Sánchez arrancará su inmersión en la campaña en Sevilla, el mismo lugar donde ya inició la precampaña y la ciudad con más población que gobierna ahora mismo un socialista. Tras el arrope, una vez más, al alcalde y candidato, Antonio Muñoz, el sábado, el presidente del Gobierno estará el domingo en Puertollano, una ciudad de la que era alcaldesa Isabel Rodríguez hasta que Sánchez la nombró en julio de 2021 ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno.
En Puertollano, será la primera vez en meses que Sánchez coincida en un acto de partido con el presidente de Castilla-La Mancha y candidato a la reelección, Emiliano García-Page, uno de los dirigentes más críticos con la gestión de Sánchez, y al que se le llamó la atención desde Ferraz en otoño por cuestionar públicamente la estrategia del presidente para “desgastar” al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
Sánchez usará el esquema de campañas electorales anteriores de cumplir con agenda institucional de presidente del Gobierno por la mañana y, a diario, actos de partido por la tarde, lo que le llevará, como mínimo, a visitar (además de las ya dichas) una docena de ciudades: Vitoria, Alcalá de Henares, Palma Mallorca, Zaragoza, Badajoz, Valencia, Valladolid, Santander, Jerez, Gijón, Madrid, Tarragona y Barcelona.
El PSOE confía en estos comicios en “mantener” el poder municipal y autonómico vigente que logró en 2019 cuando fue la primera fuerza política. De hecho, hay fuentes de Ferraz que aseguran que los socialistas pueden crecer en respaldo electoral en algunos enclaves.
Si bien, también reconocen el temor de poder perder algunos gobiernos, tanto municipales como autonómicos, derivado de una falta de respaldo electoral en partidos a su izquierda y que, por tanto, no logren la suma necesaria para consolidar los gobiernos.
No obstante, también se atreven a apuntar que no descartan dar la “sorpresa” en algunos enclaves que el Partido Popular u otra formación política está al frente del Ayuntamiento, como los casos de Barcelona, Valencia o, incluso, Málaga, Zaragoza o Vitoria. Prueba de ello es que los principales actos de apertura de campaña, fueron en Barcelona, con María Jesús Montero; en Valencia, con Nadia Calviño; en Zaragoza, con Pilar Alegría; y en Málaga, con Raquel Sánchez, con el tema estrella de estos días -la vivienda- como eje fundamental.
Para lograr los objetivos, el PSOE también ha activado a todos los ministros del Ejecutivo, tanto a los que son de la Ejecutiva, los que tienen carné del partido, como los que no son militantes. De hecho, una agenda algo más intensa de lo que ya ha tenido en campañas pasadas, tendrá la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Nadia Calviño, quien ya acaparó el foco del partido en los actos de apertura de la campaña a nivel nacional debido a la presencia de Sánchez por Washington.
Esta activación se suma a la que llevan meses practicando, y de manera más intensa en las últimas semanas, porque en el partido reconocen que sin una militancia activada el electorado progresista no se moviliza igual y tienen el recuerdo de lo que les pasó en las últimas autonómicas en Andalucía.
Este paso consideran en Ferraz que lo han logrado y que el partido está en marcha, tanto que, afirman, que en el Partido Popular ya no pueden decir que estas elecciones autonómicas y municipales son una moción de censura a Sánchez, pese a la reivindicación de las medidas impulsadas desde el Ejecutivo que se hace en cada acto.
Con la cita del 28-M, el PSOE busca acabar con la idea de cambio de ciclo que el Partido Popular intenta asentar y afianzar un poder autonómico y municipal que ayude a Sánchez de cara a las elecciones generales que se esperan para final de año.
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