MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Más de 300 personas han recibido castigos corporales, principalmente latigazos, en los últimos seis meses en Afganistán, según un informe de la ONU en el que se examina el alcance de unas prácticas que el régimen talibán justifica desde su vuelta al poder, en agosto de 2021, en virtud de la ‘sharia’ o ley islámica.
Naciones Unidas tiene registrados, en concreto, castigos contra 274 hombres, 58 mujeres y dos niños, consistentes principalmente en una horquilla de entre 30 y 39 latigazos. En algunos casos, sin embargo, se habría llegado al centenar, mientras que las autoridades han recurrido también en ocasiones a castigos multitudinarios y en público.
Entre los delitos que se les imputan a los condenados, se incluyen robo, homosexualidad, consumo de alcohol, tráfico de drogas, fraude y ‘zina’, un término que abarca diversos comportamientos sexuales considerados inapropiados a los ojos de los talibán. Además, entre los delitos susceptibles de castigo también figura “escaparse de casa”.
La responsable de Derechos Humanos dentro de la misión de la ONU (UNAMA), Fiona Frazer, ha subrayado que “el castigo corporal viola la Convención contra la Tortura”, por lo que ha pedido su cese.
También ha reclamado una “moratoria inmediata” sobre las ejecuciones, después de que en el último semestre se haya aplicado al menos una vez la pena capital. En concreto, se trata de un hombre condenado por un asesinato perpetrado en 2017 y a su ejecución, efectuada en diciembre, acudieron autoridades talibán.
El Ministerio de Exteriores talibán ha defendido sin embargo la aplicación de la ‘sharia’, con la que el régimen sigue “plenamente” comprometido alegando que este tipo de castigos son necesarios para garantizar la seguridad. “Cada sistema político tiene sus propios criterios”, ha dicho en una carta, según la agencia de noticias DPA.
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