Damasco habla de “tendencia positiva” mientras Qatar insiste en que no normalizará sus relaciones con Siria
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Irán ha aplaudido este lunes el “éxito” de Siria al lograr “recuperar su puesto” en la Liga Árabe, después de que el organismo aprobara el domingo su reintegración tras su expulsión en 2011 tras el estallido de la guerra en el país árabe.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, ha felicitado “al Gobierno y al pueblo” de Siria por la decisión y ha agregado que “resolver las diferencias entre los países islámicos y las convergencias y sinergias afectan positivamente a la estabilidad”.
Así, ha manifestado que esta vía allana el camino “a una paz inclusiva y a la reducción de las intervenciones extranjeras en los asuntos regionales”. “Irán aplaude esta postura”, ha manifestado, según una serie de mensajes publicados por el Ministerio de Exteriores iraní en su cuenta en la red social Twitter.
Las autoridades de Siria aplaudieron el domingo “las tendencias positivas” en la región tras su reintegración en la Liga Árabe y afirmaron que “beneficiarán a todos los países árabes y favorecerán la estabilidad, la seguridad y el bienestar de los pueblos”.
“Siria ha recibido con interés la decisión emitida por el Consejo de la Liga Árabe sobre el reinicio de la participación de las delegaciones del Gobierno sirio en las reuniones (…) a partir del 7 de mayo de 2023”, manifestó el Ministerio de Exteriores sirio a través de un comunicado.
A pesar de la decisión del organismo, el portavoz del Ministerio de Exteriores qatarí, Mayed al Ansari, recalcó que la posición de Doha “no ha cambiado”, según un mensaje publicado por la cartera qatarí a través de su cuenta oficial en Twitter.
“Qatar siempre ha apoyado lograr un consenso árabe y no será un obstáculo, pero la posición oficial de Qatar sobre la normalización con el régimen sirio es una decisión vinculada principalmente a los progresos sobre la situación política que satisfaga las aspiraciones del pueblo sirio”, explicó.
En este sentido, Al Ansari hizo hincapié en que Doha “trabajará con los hermanos árabes a la hora de satisfacer las aspiraciones del pueblo sirio a la dignidad, la paz, el desarrollo y la prosperidad”. “Este consenso debe ser un motivo para que el régimen sirio aborde las raíces de la crisis que llevó al boicot y adoptar pasos positivos para abordar los problemas del pueblo sirio y mejorar sus relaciones con los países árabes de una forma que mejore la seguridad y la estabilidad en la región”, remachó.
La reincorporación de Siria a la organización significa un nuevo paso en la normalización de las relaciones de Siria con el mundo árabe, después de que la semana pasada se reunieran en Amán los ministros de Exteriores de Jordania, Arabia Saudí, Irak y Egipto junto a su homólogo sirio, Faisal Mikdad.
Al Assad no ha mostrado hasta ahora disposición alguna a un cambio político en el país, una posibilidad que parece aún más alejada gracias al apoyo de Irán y Rusia y a la disposición de varios países de la región de reconocer que se mantiene firmemente al frente de Siria, pese a que el país está sumido en una profunda crisis y prácticamente devastado por la guerra.
El presidente sirio ha intentado sin embargo acercarse a otras capitales para obtener apoyos y, especialmente, financiación para reflotar la economía siria y empezar la reconstrucción. En este contexto, ha utilizado los terremotos registrados en febrero en el sur de Turquía, que dejaron miles de muertos en el país árabe, como punta de lanza para reclamar fondos y ayuda internacional.
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