MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El Gobierno iraní ha cargado este domingo contra la Unión Europea por sus críticas “intervencionistas” tras la ejecución de un “terrorista”, en referencia a la ejecución del disidente sueco-iraní Habib Chaab.
El “apoyo” de la UE a los terristas pretende no solo que no se haga justicia, sino que también busca fomentar “el siniestro fenómeno del terrorismo” en todo el mundo, ha apuntado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani.
“Es lamentable que algunos gobiernos europeos en lugar de plantar cara a los terroristas que matan a inocentes orgullosos de sus crímenes les apoyen de forma injustificable en contra de todos los valores de los derechos humanos”, ha añadido, según recoge la agencia de noticias oficial iraní, IRNA.
“Si los países europeos no tienen la voluntad de distanciarse del terrorismo en sus distintas formas, al menos deberían no agravar el sufrimiento de las familias de las víctimas apoyando el terrorismo”, ha argumentado.
Así, Kanaani ha subrayado el compromiso de Irán en la lucha contra el terrorismo, con los derechos de la nación iraní y en garantizar su seguridad.
La UE condenó “en los términos más contundentes” la ejecución el sábado del disidente sueco-iraní Habib Chaab y recordó que “la pena de muerte viola el derecho inalienable a la vida consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y supone un castigo definitivo, cruel, inhumano y degradante”.
“La Unión Europea pide a Irán que evite nuevas ejecuciones en el futuro y aplique una política coherente para la abolición de la pena capital”, ha planteado Bruselas. El Gobierno de Suecia ha convocado al embajador de Irán en el país nórdico para protestar por la ejecución.
Chaab fue fundador del grupo separatista Movimiento de la Lucha Árabe por la Liberación de Ahvaz, al que Irán imputa la comisión de numerosos atentados en la provincia suroccidental de Juzestán, entre ellos un ataque en 2018 contra la Guardia Revolucionaria iraní que se saldó con casi una treintena de muertos.
Sin embargo, la Justicia iraní achaca a sus actividades la muerte de más de 450 personas desde 2005 en la provincia de Juzestán y sus alrededores para conseguir su independencia.
Además, le acusaron de trabajar para numerosos servicios de espionaje como la CIA (de Estados Unidos), el Mossad (de Israel), Sapo (de Suecia) y de otros países de la región.
Tras residir durante 14 años en Suecia, Chaab desapareció en 2020 en Turquía en circunstancias no esclarecidas solo para reaparecer en Irán, ya bajo custodia.
El juicio tuvo lugar a mediados de marzo, cuando se ratificó su condena a muerte. El Gobierno sueco declaró que estaba haciendo todos los esfuerzos posibles para negociar con las autoridades iraníes, que solo lo consideraban como ciudadano iraní por no reconocer su doble nacionalidad.
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