MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
Las comunidades indígenas de la cuenca del Amazonas tienen el doble de probabilidades de morir prematuramente por exposición al humo debido a incendios forestales en comparación con la población sudamericana en general.
Esa es la conclusión principal de un estudio publicado en la revista ‘Environmental Research: Health’. Las regiones de Perú, Bolivia y Brasil se identifican como puntos críticos particulares para la exposición al humo, con tasas de mortalidad que aumentan hasta seis veces las de la población general de América del Sur.
Los resultados muestran que el humo de los incendios forestales en Sudamérica representa cerca de 1.000 muertes prematuras cada año desde 2014 hasta 2019, con alrededor de 230 de estas muertes en territorios indígenas.
La exposición a partículas de humo nocivas es mucho mayor durante la estación seca amazónica -de julio a noviembre de cada año-, cuando los incendios forestales duplican con creces el aumento de las concentraciones de partículas finas PM2,5.
“Si bien los territorios indígenas representan relativamente pocos incendios en la cuenca del Amazonas, nuestra investigación muestra que las personas que viven en estos territorios experimentan riesgos de salud significativamente mayores por las partículas de humo, en comparación con la población general”, según la climatóloga Eimy Bonilla, autora principal del estudio y doctoranda en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).
Estudios anteriores se centraron en los impactos en la salud de los países a mayor escala o dependieron en gran medida de los datos de ingresos hospitalarios, lo que reflejaban con precisión el impacto de las personas que viven en territorios indígenas, que a menudo se encuentran más cerca de los incendios, están expuestas a partículas de humo durante periodos más prolongados y carecen de acceso a atención médica adecuada, materiales de higiene y agua limpia.
QUEMA DE BIOMASA
El nuevo estudio utiliza una combinación de modelos de transporte químico atmosférico y una función de respuesta de concentración actualizada para estimar la tasa de mortalidad prematura de las poblaciones indígenas expuestas a altas concentraciones de partículas PM2,5.
En los últimos años, la tasa de quema de biomasa en América del Sur se ha disparado. Este aumento se debe a la degradación de los bosques debido a la actividad humana (como la minería, la tala y el uso de la tierra agrícola), así como a las variaciones en las condiciones climáticas.
Los incendios forestales liberan diminutas partículas de humo llamadas PM2,5, que se sabe que contribuyen significativamente a las concentraciones de aerosoles y tienen un impacto negativo en la salud humana.
La exposición a estas partículas puede provocar enfermedades cardiovasculares y respiratorias, cáncer, partos prematuros, disfunción metabólica y otros síntomas fisiológicos. Las partículas de humo de la quema de biomasa en la cuenca del Amazonas viajan grandes distancias y afectan la calidad del aire en varios países de América del Sur.
“Estos incendios están teniendo un impacto desproporcionado en las personas que viven en territorios indígenas. Con tiempos de exposición más prolongados y acceso limitado a la atención médica, las poblaciones indígenas corren un riesgo mucho mayor de muerte por incendios”, indica Bonilla, quien recomienda a los gobiernos que ofrezcan ayuda financiera para analizar la calidad del aire en estas regiones y proporcionen sensores de bajo coste para estudiar el impacto de la exposición al humo a corto y largo plazo.
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