MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se revolvió este sábado contra “los señoritos de la izquierda”, entre los que incluyó al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y rebatió lo que llaman “justicia social” y que es “un invento para promover el rencor” y “la pretendida lucha de clases” con “políticas intervencionistas, liberticidas” y que “fomentan la pobreza masiva” y la okupación.
En un acto del PP en Collado Villalba (Madrid), Ayuso sostuvo que el Gobierno central “promueve y ampara un delito” como es la okupación y que es una problemática que “no deja de crecer” en “todo el país”. “No hay derecho, señor presidente, a seguir fomentando la okupación en España como lo hace usted”, se dirigió directamente a Sánchez.
En palabras de Ayuso, Sánchez es “el primero” que okupa “cada vivienda de este país cuando pacta con Bildu los precios a los que cualquier propietario tiene que poner sus viviendas en Cuenca o en Collado Villalba”. De tal forma, se despachó contra “proyectos como el que hoy tenemos en La Moncloa, que nadie ha votado y que a nadie representa”.
Tras opinar que la izquierda “se desmorona” y “se hunde” en la Comunidad de Madrid, Ayuso rebatió que el Gobierno promueva una justicia social, lo cual consideró que no es más que “un invento de la izquierda para promover el rencor” y “una pretendida lucha de clases”. “Ellos promueven la cultura de la envidia, del rencor y de buscar falsos culpables”, censuró.
“POLÍTICAS INTERVENCIONISTAS”
“¿Tiene culpa un señor que paga honradamente sus impuestos y tiene una, dos o tres casas porque se lo ha ganado de que otra persona no tenga una vivienda? ¿O la tienen las políticas intervencionistas, liberticidas, aquellas que fomentan la pobreza masiva en todos los lugares del mundo donde se aplican como las que propone el proyecto de Sánchez?”, planteó.
Ayuso deploró que en el Gobierno central “hay una dejación de funciones y una clara intencionalidad de dividir a los ciudadanos”, así como de que “haya esa pretendida justicia para que la gente se la tome por su mano”. “Aquí la justicia, aunque el presidente no lo crea, no es él, sino los jueces”, sentenció.
Ayuso crítico que desde el Gobierno central pretendan “llevarnos a esos relatos maniqueos” de que “un policía tiene que sacar de una casa a un pobre hombre”. “Una persona que está violentando la prioridad de otra tiene que abandonar esa vivienda porque no es suya, porque es un robo a la propiedad”, aseveró.
“Esto que lo entiende cualquiera no lo entienden unos señoritos a los que todo se les ha regalado en la vida, como a Sánchez, y que han llegado a la política directamente dando golpes de efecto y suerte”, señaló Ayuso, para acto seguido responsabilizar a cada ministro de “todo lo que está pasando” en España, empezando por la okupación.
“Ellos son los que lo fomentan”, insistió, a la vez que les reprochó sus “mentiras” cuando “son multipropietarios ellos los primeros”. “Cuando luego vas a ver el ritmo de vida que lleva la inmensa mayoría de todos estos señoritos de la izquierda resulta que son los que tienen las casas en las urbanizaciones donde, por cierto, irregularmente no deberían, o tienen multipisos por todas partes”, indicó.
“GENTE SUBSIDIADA”
Tras estas críticas a esa “pretendida superioridad moral” que se vale de “esa falsa dicotomía rico-pobre”, Ayuso defendió que la Comunidad de Madrid ha hecho muchas cosas contra la okupación dentro de sus “limitadas competencias” en esta materia, al poner en marcha una oficina anti okupación que ya ha asesorado a 1.800 personas y ha resuelto 18 casos de las “cada vez más víctimas”.
Ayuso opinó que ni siquiera esos socialistas que “siempre creyeron en un país más justo con un reparto de riqueza hoy se ven representados” en “este despropósito” de Gobierno. “Lejos de acabar con la pobreza, lo que están haciendo es culpar a la riqueza”, avisó, y también consideró que “quieren que la educación sea cada vez de peor calidad” y “todo gratis” sin decir la verdad a los jóvenes.
“Quieren a la gente subsidiada, dependiente”, dijo, pero avisó de que “no se dan cuenta de que las familias y cualquier ciudadano de todos los rincones de España y del mundo tienen dignidad y quieren sacar adelante sus proyectos”. “¿En qué momento tuvimos que aceptar que el Gobierno entrara en nuestras casas, en nuestros dormitorios, en nuestras mentes, en nuestros recuerdos, en nuestras relaciones personales?”, inquirió.
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