MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Educación y Formación Profesional tiene prevista la publicación de los modelos de examen de la nueva Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) y las guías de corrección, junto con los marcos de evaluación, “con suficiente antelación al comienzo del primer curso en el que se aplicará este modelo”, que se irá aplicando de manera transitoria desde junio de 2024 hasta su entrada en vigor en 2028.
De esta forma, según señala el Gobierno en una respuesta parlamentaria registrada en el Congreso de los Diputados, recogida por Europa Press, la comunidad educativa y, en particular, el alumnado y el profesorado directamente implicado en esta evaluación, contarán “con orientaciones al efecto” con “suficiente antelación”.
En este contexto, el Ejecutivo, que ha respondido al Grupo Vox sobre varias cuestiones relacionadas con la prueba de acceso a la Universidad, precisa que será “la primera vez” que se ofrezcan modelos de pruebas y guías de corrección y codificación desde el Ministerio de Educación, ya que hasta el momento se publicaban modelos diferentes en cada una de las Universidades y/o Administraciones educativas.
Respecto al motivo que llevó al Ministerio a descartar la prueba de madurez académica que inicialmente pretendía introducir en la nueva EBAU, justifica que “se ha considerado conveniente disponer de un mayor margen temporal para el análisis y adaptación progresiva de la prueba al nuevo modelo curricular, para evitar los desfases entre los modos de enseñar y aprender y los modos de evaluar, hasta que el profesorado y el alumnado vayan adquiriendo más experiencia en su implementación”.
Así, el Gobierno defiende que la aplicación efectiva del modelo competencial “comporta una nueva forma de abordar el currículo, nuevas formas de enseñar y aprender, nuevas metodologías y nuevas formas de evaluar al alumnado”, por lo que considera “imprescindible que se produzca, en paralelo, una adecuada correspondencia entre la manera de enseñar y aprender y su evaluación”.
Con el fin de validar la adaptación del alumnado y del profesorado al modelo competencial previsto por la LOMLOE, así como la propuesta de ampliación de tiempos dedicados a cada prueba, el pasado 14 marzo se realizó una prueba piloto con la participación de 50 grupos de alumnado, de 50 centros de 10 Comunidades Autónomas, además de las ciudades autónomas de Ceuta y de Melilla.
En este sentido, asegura que el análisis de este piloto y de la fiabilidad de la corrección de las pruebas “permitirá tomar decisiones que orientarán la elaboración de modelos y guías de corrección y codificación para cada una de las materias”.
Por último, el Gobierno recalca que, a pesar de “no poder existir” una prueba de acceso a la Universidad única para toda España, trabaja para “lograr que exista una armonización” de las pruebas realizadas en las distintas comunidades autónomas y asegurar que las pruebas sean “efectivamente equiparables entre los distintos territorios.
0,25 PUNTOS MENOS POR ERROR ORTOGRÁFICO
Las guías de corrección de los exámenes piloto de la nueva EBAU, publicadas por el Ministerio de Educación, reflejan que la prueba descontará 0,25 puntos por cada error ortográfico y las tildes contarán como media falta.
Así, en la guía correspondiente a la prueba de Lengua Castellana y Literatura, se indica que “la calificación de cada ejercicio será siempre 0, 0,25, 0,5, 0,75, 1, 1,25, 1,5, 1,75, 2, 2,25 o 2,5 puntos, hasta un total de 10 puntos” y se especifica que se descontarán 0,25 puntos por cada error ortográfico; las tildes serán consideradas como media falta, y todos los demás casos (mayúsculas, extranjerismos, signos de exclamación e interrogación) se computarán como una falta. Además, los errores repetidos solo descontarán una vez.
Asimismo, en la guía se propone que, cuando la respuesta del alumno sea mejorable o contenga errores, se califique con una puntuación de 0,25, por ejemplo, ante la pregunta de elaborar un texto expositivo-argumentativo, aunque la presentación no se ajuste “en absoluto al formato propuesto”, tenga “una extensión inferior a la requerida”, no se ajuste al tema o contenga “vocabulario inadecuado, insuficiente” y con “abundantes errores gramaticales”.
En suma, la guía señala que “se tenderá a una valoración conjunta positiva siempre que el texto tenga unos mínimos de coherencia y cohesión, así como una cierta corrección expresiva”.
Por otro lado, en la guía para el examen de Matemáticas, se indica en una ‘nota general’ que “no se ha contemplado la calificación 0” pero que, “si la respuesta no cumple los requisitos propios del nivel ‘Mejorable’, o es una respuesta en blanco, la calificación en ese apartado será de 0 puntos”. En este examen se permite al alumno emplear “cualquier tipo de calculadora, siempre que no disponga de conexión a Internet ni posibilidad de transmisión de datos”.
También en el examen de Filosofía se propone a los examinadores que puntúen con 0,25 las respuestas de los alumnos aunque no sean del todo correctas. Por ejemplo, en un ejercicio en el que se pide al estudiante una reflexión a partir de un texto filosófico, se propone puntuar con 0,25 a aquellos alumnos que presentan “falta de coherencia argumentativa o no utilizan adecuadamente el vocabulario filosófico” o que no aportan “ejemplos pertinentes”.
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