MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) augura que el gasto público en pensiones alcanzará en 2050 el 17,8% del PIB, 2,5 puntos porcentuales más que la cifra prevista por el Gobierno, mientras que el déficit básico del sistema (antes de transferencias del Estado) sería de 4,4 puntos de PIB en promedio entre 2022 y 2050, situándose en los 6,3 puntos al final del período.
Esta es la principal conclusión del tercer y último artículo que la fundación publicó este miércoles con el fin de analizar las claves de la reforma de pensiones que el Gobierno ha aprobado en varias fases entre 2021 y 2023.
Esta última actualización, que al igual que las anteriores corre a cargo del economista Ángel de la Fuente, estima que el gasto total en pensiones públicas alcanzará el 17,8% del PIB en 2050 de cumplirse las proyecciones demográficas recogidas en la última edición disponible del Ageing Report de la UE.
El “fuerte” incremento del gasto se traduciría también en un “importante” aumento del déficit básico del sistema público de pensiones que, “en ausencia de medidas correctivas”, sería de 4,4 puntos de PIB en promedio durante 2022-50 y alcanzaría los 6,3 puntos al final del período.
En promedio durante el período citado, esta brecha absorbería el 100% de los ingresos netos del Estado por IRPF y el 37% de sus ingresos tributarios netos totales (siempre excluyendo las participaciones de las Administraciones Territoriales), y llegaría a alcanzar el 52% de los recursos tributarios netos del Estado en 2050.
Con estas cifras, Fedea advirtió de que la cláusula de salvaguarda del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) se activaría “de forma inmediata” y exigiría un incremento de los tipos de cotización de entre 3 y 4 puntos en cinco años. “El ajuste, sin embargo, dejaría al sistema público de pensiones con un déficit básico todavía muy importante, un 3,2% del PIB en promedio entre 2022 y 2050 y en torno al 5% en 2050”, prosigue el informe.
Estos cálculos de Fedea se deben, principalmente, a que sus proyecciones de los efectos de la reforma de pensiones sobre el gasto presupuestario son “muy distintas” de las del Ministerio de Migraciones, Seguridad Social e Inclusión.
La cartera liderada por José Luis Escrivá prevé que la reforma en su conjunto tendrá un efecto “moderado” sobre el saldo presupuestario del sistema público de pensiones, que se mantendrá ligeramente por debajo de 1 punto de PIB “incluso en el peor momento del período analizado”.
Los cálculos de Fedea, en cambio, apuntan a un deterioro de más de 3 puntos del déficit básico del sistema en la parte final del período por sus “muy diferentes” estimaciones en lo que se refiere a los efectos presupuestarios de los incentivos a la jubilación demorada y la reforma del sistema de cotización de los trabajadores autónomos.
“El ministerio, en particular, no parece haber tenido en cuenta que tanto la reforma del régimen de autónomos como los incentivos a posponer la jubilación tendrán un efecto demorado sobre el gasto a través de mayores pensiones futuras que será ya sustancial en 2050, y parte, además, de supuestos enormemente optimistas sobre la incidencia de la jubilación demorada y de su efecto inmediato sobre el gasto en pensiones”, señala Fedea.
“Estos resultados ponen en cuestión la lógica de una reforma que necesitaría correcciones importantes desde el mismo momento de su aprobación, así como el diseño del mecanismo de corrección, con una condición de activación poco transparente y compatible con un déficit básico todavía muy elevado”, concluye el informe.
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