MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Irán ha denunciado este martes que el “martirio” de Jader Adnan, un alto cargo de Yihad Islámica que llevaba más de 85 días en huelga de hambre en una cárcel de Israel, demuestra el “tratamiento inhumano” por parte del “régimen sionista” contra los palestinos.
“La forma en la que el régimen sionista detuvo y trató de forma inhumana a este ciudadano palestino es un ejemplo claro del comportamiento inhumano y la violencia organizada por el régimen sionista contra la nación palestina desde hace más de siete décadas”, ha dicho el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani.
Así, ha subrayado que el fallecimiento de Adnan “es un claro ejemplo de un crimen contra la humanidad” y ha añadido que “el silencio de la comunidad internacional y las organizaciones de Derechos Humanos provocarán que el régimen sionista de apartheid sea más arrogante”.
Kanani ha destacado además que “el martirio en prisión” de Adnan “demuestra lo correcto de las actividades de la resistencia del pueblo palestino”, al tiempo que ha trasladado sus condolencias a la familia del fallecido, según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores de Irán a través de su página web.
Adnan, de 45 años, fue detenido el 5 de febrero en su localidad de residencia, Arrabé, momento en el que anunció el inicio de una huelga de hambre, como ya había realizado en ocasiones anteriores durante sus estancias en prisión. Así, se negaba a someterse a exámenes médicos y tratamientos, según han informado los medios palestinos.
El hombre fue detenido por supuesta pertenencia a un grupo terrorista, apoyo a una organización terrorista e incitación. Adnan había realizado otras cuatro huelga de hambre en prisiones israelíes, incluida una de 66 días en 2012 en protesta por su detención sin cargos y otra de 50 días en 2015 tras otro arresto.
Tras su muerte, Yihad Islámica ha afirmado que “el asesinato no quedará sin respuesta y la resistencia continuará con toda su fuerza y determinación”, mientras que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) –que controla el enclave– ha recalcado que “la ocupación y su Gobierno fascista pagarán el precio de este crimen”.
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