MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
CCOO y UGT celebran este lunes un Día Internacional del Trabajo muy marcado por las exigencias a la patronal CEOE de que se avenga a pactar un acuerdo general sobre subidas salariales en convenios colectivos, pues, de lo contrario, “el conflicto va a crecer”, especialmente tras el verano, con movilizaciones y paros en todos los sectores que tengan la renovación de su convenio colectivo bloqueado.
No en vano, los sindicatos eligieron para la celebración del Primero de Mayo de este año el lema ‘Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios’, cuyo fin es también dirigirse al Gobierno para exigirle que siga adoptando medidas para controlar precios básicos como el de la vivienda o el de los alimentos.
En Madrid, la jornada dará comienzo a las 10.45 horas con una rueda de prensa en el Círculo de Bellas Artes que protagonizarán los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, así como las líderes de ambos sindicatos en Madrid, Paloma López (CCOO) y Marina Prieto (UGT). Posteriormente, a las 12.00 horas, la manifestación dará comienzo en Gran Vía con esquina Alcalá. Asistirán a esta marcha la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la de Igualdad, Irene Montero, y el de Consumo, Alberto Garzón. Mientras, en la manifestación de Puertollano estará la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y a la de Barcelona asistirá el titular de Cultura y Deporte, Miquel Iceta.
Más allá de la capital, destacan movilizaciones como las de Barcelona, a las 11.30 horas en plaça Urquinaona; Valencia, a las 11.00 horas en plaza San Agustín; Sevilla, a las 11.00 horas en Puerta de Jerez; Málaga, a las 12.00 horas en Alameda Colón; Bilbao, a las 11.30 horas en Gran Vía 79; Zaragoza, a las 11.30 horas en plaza San Miguel; Santiago de Compostela, a las 12.00 horas en Alameda, y Gran Canaria, a las 11.00 horas en el parque San Telmo.
NO SE SABE CÓMO ACABA
En una rueda de prensa para presentar detalles de las movilizaciones de este año, Sordo criticó la “falta de corresponsabilidad” de CEOE con el país por negarse a suscribir un acuerdo general sobre la evolución de los salarios en convenios colectivos y anticipó que “si no hay un acuerdo vamos a ir a un proceso intenso de movilizaciones” que “se sabe cómo empiezan pero no cómo acaban”.
“CEOE sabrá a dónde quiere llegar”, agregó Sordo, que aclaró que con ello, los sindicatos quieren decir que puede extenderse una protesta concreta a un clima general. De hecho, señaló que las protestas en Francia contra la reforma de pensiones puede que respondan también a “otros malestares”.
Ni Sordo ni Álvarez quisieron pronunciarse sobre si los sindicatos se están planteando realizar una huelga general, aunque Sordo advirtió de que, sin haber una fecha concreta, si próximamente no hay un acuerdo, aumentarán las movilizaciones. “O hay un acuerdo o no hay más negociación”, ahondó el líder de CCOO, que también alertó de que si vuelve a haber una situación en el país que requiera de “contención salarial” no podrá esperar la patronal que los sindicatos actúen con la misma generosidad que en situaciones anteriores.
Por su parte, Álvarez sostuvo que no quieren “dejar para septiembre” la negociación, sino que debe haber un acuerdo con CEOE sobre salarios antes del verano. “Tiene que haber reparto de los beneficios y si no, el conflicto va a crecer”, aseveró el líder de UGT, que llamó a la participación en las manifestaciones, porque los trabajadores se juegan sus convenios y la CEOE “tiene que sentir el aliento” de la clase trabajadora.
Además, Álvarez resaltó que esta fecha también atañe a pymes y pequeños autónomos por la “usura” y “avaricia” de grandes empresas con “beneficios récord” que se están “quedando” con sus ganancias.
Precisamente, desde la CEOE, su presidente, Antonio Garamendi, viene afirmando en las últimas semanas que para alcanzar un acuerdo hay que negociar con “discreción” y rechazó las críticas sindicales de falta de responsabilidad de los empresarios, ya que son los que generan riqueza y empleo. Por ello, dijo respetar las palabras de los líderes de CCOO y UGT y las enmarcó en los días previos al Primero de Mayo, aunque juzgó que se han pasado “un pelín”.
NEGOCIACIÓN ATASCADA
En mayo del año pasado los sindicatos y la patronal aparcaron la negociación del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) ante la exigencia de CCOO y UGT de que esas pautas incluyeran una cláusula de revisión salarial para que se asegurara que los trabajadores no perdieran poder adquisitivo en un período de dos o tres años.
CEOE consideraba que esta medida favorecería el proceso inflacionario y los sindicatos veían irrenunciable la medida, en un contexto de elevada inflación que, en su opinión, estaba causada en buena parte por los beneficios y “el egoísmo” de las empresas y patronales.
Tras meses sin contactos formales, CEOE y sindicatos han vuelto a reunirse tras una nueva propuesta de CCOO y UGT que apuesta por subidas iniciales del 5%, 4,5% y 3,75% para 2022, 2023 y 2024, respectivamente. Además, plantean una cláusula de revisión reformada que ya no solo se indexe al IPC, sino a la evolución de los datos de beneficios empresariales por sectores.
Tras esa propuesta, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha anunciado la creación de un observatorio de beneficios empresariales que, de entrada, suscita el recelo de la patronal, al temer que pueda ser una medida “intervencionista”.
INFLACIÓN
Con todo, los salarios no son el único objetivo de este Primero de Mayo, que estará centrado también en denunciar el aumento de la inflación y en exigir medidas al Gobierno para controlar el precio de bienes básicos como el de algunos alimentos o el de la vivienda.
Sobre este último aspecto, los sindicatos ven positivas las acciones que está promoviendo el Ejecutivo con la Ley de Vivienda, la construcción de nuevas casas y que unas 50.000 viviendas de la Sareb se vayan a destinar al alquiler social, pero reclaman más medidas.
A su juicio, no solo se debe apostar por aumentar la oferta de vivienda pública y protegida, sino por controlar el precio del alquiler y por reforzar las acciones para paliar los efectos del encarecimiento de las cuotas hipotecarias ante el alza del Euríbor.
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