MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
La vida en la zona crepuscular de los océanos -de 200 a 1.000 metros de profundidad- podría disminuir drásticamente debido al cambio climático, concretamente entre un 20% y un 40% a finales de este siglo.
Así se expone en un nuevo estudio realizado por investigadores de las universidades de Cardif, Exeter y Liverpool, así como la University College de Londres (Reino Unido). También participaron autores de las universidades de California en Riverside (Estados Unidos) y Bremen (Alemania). El trabajo aparece publicado este jueves en la revista ‘Nature Communications’.
La zona crepuscular de los océanos recibe muy poca luz, pero alberga una gran variedad de organismos y miles de millones de toneladas de materia orgánica. El nuevo estudio advierte de que la vida en ese lugar del planeta podría disminuir entre un 20% y un 40% a finales de este siglo y podría agotarse severamente dentro de 150 años y no se recuperaría durante milenios.
“Todavía sabemos relativamente poco sobre la zona crepuscular del océano, pero usando evidencia del pasado podemos entender lo que puede suceder en el futuro”, según Katherine Crichton, de la Universidad de Exeter y autora principal del estudio.
El equipo de investigación, compuesto por paleontólogos y modeladores oceánicos, observó lo abundante que era la vida en la zona crepuscular durante climas cálidos pasados, para lo cual emplearon registros de conchas microscópicas conservadas en sedimentos oceánicos.
“Observamos dos periodos cálidos en el pasado de la Tierra, hace unos 50 millones de años y hace 15 millones de años”, indica Paul Pearson, de la Universidad de Cardiff, quien subraya: “Descubrimos que la zona crepuscular no siempre fue un hábitat rico y lleno de vida. En estos periodos cálidos, vivían muchos menos organismos en la zona crepuscular porque llegaba mucha menos comida de las aguas superficiales”.
Los animales en la zona crepuscular se alimentan principalmente de partículas de materia orgánica que se han hundido desde la superficie del océano. El estudio mostró que, en los mares más cálidos del pasado, esa materia se degradaba mucho más rápido por las bacterias, lo que significa que llegaba menos alimento al área de 200 a 1.000 metros de profundidad marina.
“La rica variedad de vida de la zona crepuscular evolucionó en los últimos millones de años, cuando las aguas del océano se habían enfriado lo suficiente como para actuar como un refrigerador, conservando los alimentos por más tiempo y mejorando las condiciones que permitían que la vida prosperara”, recalca Crichton.
“CAMBIOS SIGNIFICATIVOS”
Esto llevó a los investigadores a preguntarse qué pasará con la vida en la zona crepuscular en un mundo futuro más cálido. Así, simularon lo que podría estar sucediendo ahora en esa área y lo que podría suceder en las próximas décadas, siglos y milenios debido al calentamiento climático impulsado por las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Nuestros hallazgos sugieren que es posible que ya se estén produciendo cambios significativos”, indica Crichton, que apostilla: “A menos que reduzcamos rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, esto podría conducir a la desaparición o extinción de gran parte de la vida en la zona crepuscular dentro de 150 años, con efectos que se extenderán por milenios a partir de entonces”.
Crichton manifiesta, además: “Incluso un futuro con bajas emisiones puede tener un impacto significativo, pero eso sería mucho menos severo que los escenarios de emisiones medias y altas. Nuestro estudio es un primer paso para descubrir lo vulnerable que puede ser este hábitat oceánico al calentamiento climático”.
El estudio se fundamenta en tres escenarios de emisiones totales de dióxido de carbono después de 2010: ‘bajo’ (0,625 billones de toneladas), ‘medio’ (2.500 billones de tonelada) y ‘alto’ (5.000 billones de toneladas).
Las emisiones han estado cerca de los 40.000 millones de toneladas cada año entre 2010 y 2022, por lo que la mayor parte del CO2 (alrededor de 500.000 millones de toneladas) para el escenario ‘bajo’ del estudio ya se ha emitido. Al ritmo actual, el escenario ‘medio’ se alcanzaría dentro de 50 años, y el ‘alto’ en poco más de un siglo.
“La zona crepuscular juega un papel importante en el ciclo del carbono del océano porque la mayor parte del dióxido de carbono absorbido por el fitoplancton termina allí cuando sus restos se hunden desde la superficie del océano. Uno de los desafíos de predecir cómo podría cambiar este movimiento de carbono en el futuro es que hay muchos procesos para desentrañar en el océano moderno”, según Jamie Wilson, de la Universidad de Liverpool.
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