MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid ha aprobado este jueves asignar el nombre de plazuela de Las Sinsombrero –grupo de mujeres artistas de la Generación del 27, entre las que se encuentra la logroñesa María Teresa León– al espacio situado entre las calles de la Alameda, Verónica y Gobernador, en el barrio de las Letras del distrito de Centro.
Esta nueva denominación, a propuesta de la Junta Municipal del Distrito de Centro, responde al deseo de “rendir homenaje a las mujeres artistas de la Generación del 27 cuyas aportaciones quedaron silenciadas durante décadas”, ha trasladado en rueda de prensa la portavoz del Gobierno municipal, Inmaculada Sanz.
El nombre se debe al gesto que tuvieron en los años 20, en plena Puerta del Sol, Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca, cuando se quitaron el sombrero como símbolo de “liberar las ideas y las inquietudes”, un gesto que no fue muy bien recibido por los viandantes.
Dentro de este grupo de mujeres se incluyen artistas de enorme peso en la vanguardia artística de principios del siglo XX como las pintoras Maruja Mallo (Vivero 1902-Madrid 1995) y Rosario de Velasco (Madrid 1904-Barcelona 1991); Marga Gil Roësset (Madrid 1908-Las Rozas 1932), escultora, ilustradora y poeta; la filósofa María Zambrano (Vélez, Málaga 1904-Madrid 1991), o las escritoras María Teresa León (Logroño 1903-Madrid 1988) y Luisa Carnés (1905-1964).
También forman parte de Las Sinsombrero la poeta Josefina de la Torre (Las Palmas de Gran Canaria 1907-Madrid 2002), la escritora Rosa Chacel (Valladolid 1898-Madrid 1994), la poeta Ernestina de Champourcín (Vitoria 1905- Madrid 1999), la escritora Concha Méndez (Madrid 1898-México 1986) o la pintora Margarita Manso (Valladolid 1908-Madrid 1960).
Del mismo modo, se rinde homenaje a la ilustradora Delhy Tejero (Toro, Zamora 1904-Madrid 1968), a la pintora y artista gráfica Ángeles Santos (Portbou 1911-Madrid 2013) y a la feminista Concha de Albornoz (1900-1972).
Madrid fue la ciudad donde la gran mayoría de ellas residieron, estudiaron y desarrollaron su actividad artística. Abiertas a nuevos conceptos de modernidad y a las corrientes de vanguardia que provenían de Europa, recuperaron también la tradición popular. Comprometidas con su tiempo y su realidad social, su actitud fue “rompedora y abierta”, transformando el panorama cultural y artístico de la España del momento.
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