MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
El consejero de Derechos Sociales de la Generalitat de Cataluña, Carles Campuzano, destacó este jueves en el ‘Fórum Europa. Tribuna Catalunya’ que la financiación del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) “no aguanta” con el “tsunami demográfico” que originará el envejecimiento de la población y las bajas tasas de natalidad.
Lo dijo durante el encuentro informativo que organizó Nueva Economía Fórum en Barcelona, en el que defendió su gestión como consejero, un tiempo durante el cual han puesto en marcha medidas como la creación de más de 2.000 plazas de atención residencial para personas mayores y de otras 700 para personas con discapacidad, lo que permitirá “reducir las listas de espera en dependencia”.
En este sentido, Carles Campuzano llamó a “situar la cuestión demográfica en el centro del debate”, puesto que el “tsunami demográfico” que representará la jubilación de la generación del ‘baby boom’ “tiene consecuencias enormes que obligan a replantear muchas de las políticas puestas en marcha”.
Afirmó que la financiación del sistema de dependencia “ha fallado”, como lo atestigua que España destinara el 0,82% de su PIB a esta materia en 2021, frente al 1,7% de la UE. Estas cifras, apuntó, “explican las listas de espera, las condiciones laborales de los cuidadores y la infrafinanciación de las infraestructuras”.
Expuso que desde 2006 (año de aprobación de la Ley de Dependencia) se ha invertido un total de 18.000 millones de euros en Cataluña relacionados con esta materia, 12.000 de los cuales los ha aportado la Generalitat; 3.000, el Gobierno; y 3.000, las familias a través de copagos.
Ante esta situación, aseveró que resulta “muy evidente que este sistema no aguanta con el tsunami demográfico”, por lo que reclamó una “reflexión a fondo del sistema de financiación de la dependencia”.
Tras agradecer la labor de los ayuntamientos, del Tercer Sector y de las iniciativas privadas en materia de dependencia, concluyó avanzando que lo anterior se agravará con las “tasas de natalidad y fertilidad similares a las habidas durante la Guerra Civil”, lo que se traduce en el hecho de que “las familias no pueden tener los hijos que desean”.
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