PALMA, 24 (EUROPA PRESS)
La madre de la menor, presuntamente víctima de abusos sexuales por parte de su padre y abuelo cuando tenía cuatro años, ha declarado este lunes que fue la propia niña quien le refirió que “alguien le estaba tocando”.
Durante su intervención en el juicio contra ambos, celebrado este lunes en la Audiencia Provincial de Baleares, la madre ha contado que sus sospechas se iniciaron cuando la niña venía a casa después de estar con su padre y abuelos con rojeces en sus partes íntimas.
“Al principio lo achaqué a mala higiene por parte de la familia de él. En julio de 2016 le quitamos el pañal y empecé a observar que venía sucia, con las bragas manchadas de flujo, y un día le pregunté que si alguien la estaba tocando y me dijo que sí”, ha manifestado la progenitora y denunciante.
En este punto, ha detallado que su hija se refirió en un principio a su abuelo como autor de lo que ella denominaba “cosquillitas” y después incluyó también a su padre en los hechos.
A raíz de esta situación, la mujer, según ha continuado, decidió inventarse un juego con la pequeña y grabarlo en vídeo en el que indicaba “paso por paso” lo sucedido. “Me explicó que jugaban a un juego, que le levantaban las piernas, y me dijo que no le gustaba”, ha indicado la denunciante.
En relación a las rojeces que presentaba la pequeña en los genitales, la denunciante ha explicado que durante un tiempo le estuvieron aplicando una crema para sanar la irritación, hasta que el médico forense le recomendó que dejara de hacerlo para analizar la evolución del tratamiento.
En este sentido, preguntada por la defensa del padre por la diferencia de las irritaciones cuando estaba en casa del padre o con ella, la mujer ha asegurado rotundamente que “no tenía nada que ver una rojez con otra” y que “no era de la misma forma”.
OTRAS DECLARACIONES
La siguiente en declarar, en calidad de testigo, ha sido la hermana e hija de los acusados, quien ha resaltado que la menor tenía rojeces en los genitales muy asiduamente y que, además, “varias veces ha dicho que tenía miedo a la madre”.
También la abuela de la niña ha contado ante el Tribunal que su marido, uno de los acusados, “nunca” se encargaba de la higiene personal de la pequeña. Además, sobre sus irritaciones, ha enfatizado que “siempre se ha rascado”, negando en este sentido que se produjeran únicamente cuando iba a casa de su padre o de los abuelos.
Por su parte, uno de los guardias civiles que tomó las declaraciones ha manifestado que, para sacar información a la menor, usaron un juego consistente en un puzzle de madera de una niña a la que se pueden ir retirando piezas hasta quedar desnuda.
Así, la víctima llegó a señalar la vagina para ver dónde le realizaban, presuntamente, las cosquillas. Después, cuando se refirieron a cómo el abuelo jugaba con las cosquillas, la menor señaló la nariz, según ha contado el guardia civil.
La última en declarar ha sido una trabajadora del punto de encuentro, quien ha descrito la relación paternofilial como “adecuada”, rechazando algún temor de la niña hacia el padre.
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