PALMA, 24 (EUROPA PRESS)
El equipo GPCM del IES Pasqual Calbò i Caldés de Mahón ha logrado clasificarse para la fase nacional del reto ‘Cansat’, consistente en desarrollar un minisatélite operativo del tamaño de una lata de refresco, que se celebrará en Granada el próximo 19 de mayo.
En la ronda preliminar celebrada este lunes han participado más de 150 alumnos de 10 centros educativos de las cuatro Islas Baleares, que se han desplazado hasta el aeródromo de Son Albertí, en Llucmajor, para lanzar sus ‘Cansat’ y después, han defendido sus proyectos ante un jurado a la Universitat de les Illes Balears (UIB), según ha informado la Conselleria de Educación en un comunicado.
A los actos han asistido el conseller de Educación y Formación Profesional, Martí March, acompañado de la directora general de Primera Infancia, Innovación y Comunidad Educativa, Amanda Fernández, así como del coordinador nacional Esero Spain, Domingo Escuita.
El Servicio de Tecnologías de la Información en la Educación y el IBSteam han coordinado esta Jornada y todo el proyecto, después de haberse sumado al desafío ‘CanSat’, una iniciativa de la Agencia Espacial Europea, organizada a través de la oficina Esero Spain.
Se trata de una experiencia en la que los alumnos tienen que simular un proyecto espacial real, trabajando en equipo para imaginar, construir y lanzar su CanSat.
El reto para los estudiantes es adaptar todos los subsistemas principales que se encuentran en un satélite, como la energía, los sensores y un sistema de comunicaciones, dentro de un espacio tan reducido. Además debía incluir un paracaídas, puesto que el ‘CanSat’, que funcionará como una sonda, se tiene que recuperar sano y salvo.
En la jornada de este lunes, desde el Aeródromo de Son Albertí, los más de 150 alumnos han lanzado dos cohetes, en los que previamente se habían ubicado seis ‘CanSat’ en cada cohete y también han contado con el apoyo de una avioneta que ha realizado mediciones.
Los cohetes empleados han logrado una altura de unos 400m y, en este momento ha empezado su misión. Durante la caída los equipos han realizado un experimento científico o una demostración tecnológica además de “conseguir un aterrizaje seguro y analizar los datos recopilados”, ha añadido Educación.
Una vez realizados los lanzamientos, los equipos se han desplazado a la Universitat de les Illes Balears dónde han expuesto su trabajo ante los tribunales, que ha nombrado vencedor al equipo de GPCM.
En la organización de la fase regional han colaborado la Escuela Politècnica Superior de la UIB, el Ayuntamiento de Llucmajor, el Aeródromo de Son Albertí, Ibred, RIU y Guardia Civil.
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