MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Los ministros de Exteriores del G7 han apoyado la extensión del acuerdo para la exportación de cereales a través del mar Negro y al mismo tiempo han condenado el uso de los alimentos por parte de Rusia como “instrumento geopolítico de coerción”.
“Seguiremos condenando en los términos más fuertes la ilegal, no provocada e injustificada guerra de agresión contra Ucrania.(…) Estamos profundamente preocupados por el devastador impacto de la guerra en la seguridad alimentaria global”, han declarado los ministros en un comunicado.
El grupo intergubernamental ha enfatizado su apoyo a la recuperación económica y reconstrucción de Ucrania a través de compartir experiencias, habilidades y conocimientos respecto al desminado de tierras agrícolas y a la reparación de la infraestructura agrícola destruida en la guerra.
Rusia y Ucrania firmaron el 22 de julio un acuerdo tras la mediación de Turquía y Naciones Unidas para desbloquear la exportación de grano y fertilizantes, pacto que quedó interrumpido brevemente por las acusaciones de Moscú contra Kiev por supuestas amenazas a la seguridad del corredor. Finalmente, Moscú anunció su vuelta al acuerdo tras citar “garantías” ucranianas, si bien Kiev negó haber realizado concesiones.
EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA INDUSTRIA ALIMENTARIA
El G7 también ha dado especial importancia a conseguir una transformación global encaminada hacia una agricultura sostenible para hacer frente al cambio climático.
Además, han destacado que se comprometan a implementar en esta transformación los Acuerdos de París, el Pacto Climático de Glasgow y otros tratados internacionales.
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