El ministro de Sanidad alerta del peligro de epidemias a causa del “gran número” de cadáveres en las calles
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Sudán han elevado este viernes a más de 600 el número de muertos a causa de los combates que estallaron el 15 de abril entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y ha detallado que las zonas por los enfrentamientos son la capital, Jartum, y los estados de Kordofán Norte y Darfur.
El ministro de Sanidad sudanés, Ibrahim Haizam, ha agregado en declaraciones concedidas a las cadenas de televisión Al Arabiya y Al Hadath que hay “un gran número” de cadáveres tirados en las calles debido a que no han podido ser retirados por la intensidad de los combates, antes de alertar de que esto supone una amenaza de epidemias.
Asimismo, ha recalcado que cerca de un tercio de los hospitales de Jartum no están operativos y ha agregado que en algunos casos se debe a los cortes de agua, horas después de que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmara que “estos condenables actos de violencia no sólo ponen en peligro la vida de los trabajadores sanitarios, sino que privan de una atención médica esencial a personas vulnerables”.
El coordinador de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Sudán, Cyrus Ray, detalló el jueves que en el hospital que apoya la organización no gubernamental en la ciudad de El Fasher se habían recibido 279 heridos desde el inicio de los combates, 44 de los cuales han muerto. “La situación es catastrófica. La mayoría de los heridos son civiles alcanzados por balas perdidas y muchos de ellos son niños”, señaló.
“Presentan fracturas a causa de balas, o presentan heridas de bala o metralla en las piernas, el abdomen o el tórax. Muchos necesitan transfusiones de sangre. Hay tanta cantidad de pacientes, que están siendo atendidos en el piso de los pasillos, porque simplemente no hay suficientes camas para acomodar a la gran cantidad de heridos”, alertó Ray, según un comunicado de la organización.
En este sentido, apuntó que “todos los demás hospitales de la ciudad han tenido que cerrar debido a su proximidad a los combates o a la imposibilidad del personal de llegar a ellos debido a la intensidad del conflicto”. “Los cirujanos de esos hospitales ahora han venido a nuestro hospital y han podido realizar una serie de operaciones quirúrgicas. Sin embargo, se están quedando rápidamente sin suministros”, lamentó.
“Pudimos llegar al hospital para reabastecerlo el martes, cuando hubo una pausa en los combates, pero si no podemos llevar más suministros a Darfur, y si seguimos recibiendo un número tan alto de heridos, los suministros médicos existentes sólo nos durarán otras tres semanas”, dijo, antes de incidir en que “dentro de Sudán, nada puede moverse”. “Todos los aeropuertos del país permanecen cerrados desde que comenzó la violencia, y hay combates en las calles, por lo que no podemos llevar más suministros a Darfur Norte ni al interior. Chad ha cerrado su frontera. Si la situación no cambia y no se garantiza el acceso humanitario, habrá una pérdida de vidas aún mayor”, manifestó.
“Es fundamental que podamos obtener acceso a las instalaciones de salud en todo el país. En este momento, esto es lo que salvará la vida de las personas. Los establecimientos de salud se están quedando sin suministros y el personal no puede ir a trabajar. Los trabajadores de la salud, los socorristas y los rescatistas han quedado inmovilizados por los combates y, como resultado, la gente está muriendo. El acceso es lo que cambiará esto. Eso, y una garantía de las partes en conflicto de que respetarán la vida de los civiles”, remachó.
Las hostilidades estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF –lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’, quien es además vicepresidente del Consejo Soberano de Transición– en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición.
El proceso de conversaciones arrancó con mediación internacional después de que el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, encabezara en octubre de 2021 un golpe de Estado que derrocó al entonces primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok, nombrado para el cargo a raíz de los contactos entre civiles y militares después de la asonada de abril de 2019, que puso fin a 30 años de régimen de Omar Hasán al Bashir.
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