MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El presidente de Túnez, Kais Saied, ha rechazado este jueves lo que ha calificado de “injerencia flagrante en los asuntos internos” del país, después de que las autoridades hayan detenido a varios miembros del partido de la oposición Ennahda, dictando prisión para el líder del mismo, Rachid Ghanuchi.
“Somos un país independiente y soberano, y no permitimos que nadie interfiera en nuestros asuntos. Nuestra historia en la lucha por los derechos y las libertades es mucho más profunda que la historia de muchos países”, ha declarado, antes de agregar que Túnez no es un “estado colonial o tutelado”.
Saied ha aseverado que “la ley ha sido aplicada por jueces honorables” y que los arrestos “están relacionados con un llamamiento a la guerra civil”: “No arrestamos a una persona por una opinión que expresó o una posición que asumió”, ha sostenido.
Un juez tunecino ordenó este jueves el encarcelamiento del líder del partido islamista Ennahda, Rachid Ghanuchi, detenido el lunes e investigado por un presunto “complot contra la seguridad del Estado”, en el marco de una campaña de detenciones contra políticos y activistas críticos con el presidente, Kais Saied.
En sus declaraciones, el líder del partido tildó de “golpe” las acciones de Saied –quien en julio de 2021 se arrogó todas las competencias tras disolver el Gobierno y suspender el Parlamento, posteriormente disuelto– y dijo que “no hay que ser tolerante ante ello y hay que condenarlo de forma categórica”.
Además de a Ghanuchi, las autoridades tunecinas detuvieron a otros tres altos cargos de Ennahda –Belgacem Hasén, Mohamed Cheniba y Mohamed Gumani–, todos ellos investigados igualmente por supuesto “complot contra la seguridad del Estado”. Las autoridades han clausurado también las sedes de Ennahda y de la coalición opositora Frente de Salvación Nacional y han prohibido las reuniones de sus miembros.
En los últimos días, tanto Naciones Unidas como la Unión Europea o Estados Unidos han condenado el arresto de Ghanuchi y del resto de líderes de la oposición. Tras ello, el Ministerio de Exteriores tunecino manifestó que “la justicia se practica en Túnez con discreción sin verse afectada por la ola de comentarios inaceptables”.
La oposición, aglutinada mayoritariamente en torno al Frente de Salvación Nacional, ha denunciado una deriva autoritaria del mandatario y ha exigido su dimisión, especialmente después de que su llamamiento al boicot en las legislativas de diciembre y enero se saldara con una tasa de participación cercana al diez por ciento.
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