Save the Children apunta a la destrucción de vacunas a causa de la ruptura de la cadena del frío por los cortes eléctricos
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este jueves de que millones de niños sudaneses se encuentran en riesgo a causa de los combates entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que han dejado hasta ahora cerca de 300 muertos, entre ellos al menos nueve menores.
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, ha resaltado que “cinco días de intensas hostilidades en Sudán y cuatro altos el fuego fallidos se han cobrado un número devastador de víctimas entre los niños del país”. “Si la violencia no cesa, esta cifra solo aumentará”, ha dicho, antes de resaltar que “la peligrosa situación de seguridad en todo el país hace muy difícil recoger y verificar información, pero sabemos que, mientras los combates continúen, los niños seguirán pagando el precio”.
“Muchas familias están atrapadas en el fuego cruzado, con poco o ningún acceso a electricidad, aterrorizados por los combates y por la posibilidad de quedarse sin comida, agua o medicamentos. Miles de familias se han visto obligadas a huir de sus hogares en busca de seguridad”, ha lamentado Russell, que ha dicho que hay informaciones sobre niños que se han buscado refugio en escuelas y centros médicos durante los combates.
Asimismo, ha apuntado a la existencia de casos de “niños hospitalizados evacuados porque los bombardeos se acercan y hospitales, centros sanitarios y otra infraestructura esencial dañada o destruida, lo cual limita el acceso a atención vital y medicamentos”. “Los combates han interrumpido la atención esencial para unos 50.000 niños con desnutrición aguda grave. Estos niños tan vulnerables necesitan un cuidado continuado y contrarreloj, que se está viendo en riesgo debido a la escalada de la violencia”, ha especificado.
“Además, los combates también ponen en riesgo la cadena de frío en Sudán, incluyendo vacunas e insulina por valor de 40 millones de dólares (cerca de 36,4 millones de euros), debido a los cortes del suministro eléctrico y la imposibilidad de reabastecer con combustible los generadores”, ha especificado Russell, que ha recordado que “ya antes del aumento de la violencia las necesidades humanitarias eran más altas que nunca en Sudán”.
“La ayuda humanitaria es esencial, pero UNICEF y nuestros aliados no podemos proporcionar ese apoyo si la seguridad y protección de nuestro personal no se garantiza. Nuestros corazones y pensamientos están con los seres queridos de nuestros colegas del Programa Mundial de Alimentos (PMA) que perdieron sus vidas o fueron heridos”, ha manifestado la directora ejecutiva del organismo.
En esta línea, ha denunciado que “UNICEF y otras agencias humanitarias han sido saqueadas por individuos armados” y ha hecho hincapié en que “ataques como estos contra las organizaciones y trabajadores humanitarios son ataques contra los niños y familias a los que servimos”. Por último, ha pedido un llamamiento a un alto el fuego y que las partes garanticen la entrega de ayuda humanitaria a los niños afectados.
Por su parte, la organización no gubernamental Save the Children ha reseñado que los cortes de electricidad han provocado la destrucción de vacunas y ha especificado que al menos 32 centros de vacunación que apoya se han visto afectados.
“Los niños son las primeras víctimas de la guerra, y a medida que se desarrolla esta crisis estamos viendo que no es sólo con armas, sino con la destrucción de servicios sanitarios que salvan vidas. Sudán ya estaba atravesando la peor emergencia humanitaria de su historia debido a años de conflicto, desastres naturales inducidos por el clima, brotes de enfermedades y crisis económica. Incluso antes de este repunte repentino de la violencia, 15,8 millones de personas necesitaban ayuda humanitaria”, ha aseverado el director de Save the Children en Sudán, Arshad Malik.
“El sistema sanitario del país, ya de por sí agotado, se ha sumido en el caos, y la infancia, especialmente la que sufre desnutrición u otras afecciones, será la primera víctima. No sólo necesitamos que este alto el fuego dure indefinidamente, sino que debemos aprovecharlo proporcionando asistencia sanitaria, alimentos y agua a los niños y niñas que han soportado días de terror. Necesitamos que la comunidad internacional haga lo que esté en su mano para ayudar a las autoridades a reconstruir nuestro sistema sanitario y proporcionar financiación para la crisis sanitaria y de hambre del país”, ha zanjado.
Las hostilidades estallaron el sábado en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la reforma del aparato de seguridad y la integración de la fuerza paramilitar –lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’, quien es además vicepresidente del Consejo Soberano de Transición– en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición.
El proceso de conversaciones arrancó con mediación internacional después de que el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, encabezara en octubre de 2021 un golpe de Estado que derrocó al entonces primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok, nombrado para el cargo a raíz de los contactos entre civiles y militares después de la asonada de abril de 2019, que puso fin a 30 años de régimen de Omar Hasán al Bashir.
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