BRUSELAS, 20 (EUROPA PRESS)
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este jueves las que son sus líneas rojas en la reforma de la política migratoria común en elementos clave del nuevo Pacto europeo, como el reparto de la carga de la acogida y el refuerzo del control en la frontera exterior; lo que permitirá a los eurodiputados iniciar las negociaciones con los Veintisiete una vez que las capitales logren también consensuar su posición común.
El objetivo es lograr cerrar el Pacto de Migración y Asilo europeo antes de las elecciones europeas de mayo de 2024 para evitar nuevos retrasos con el cambio de legislatura, aunque las diferencias entre países y sensibilidades políticas que frustraron los intentos de reforma anteriores siguen sin estar resueltos.
Una de las principales dificultades radica en la gestión de los flujos de solicitantes de asilo y migrantes que implica una revisión del reglamento de Dublín, que obliga a los países de entrada a procesar todas las solicitudes presentadas en su territorio, lo que en la práctica coloca bajo mayor presión a los socios en la primera línea fronteriza de la UE como son Italia o España en el lado sur.
Para este asunto, Bruselas plantea nuevos criterios que permitan un “reparto equitativo de la responsabilidad” mediante un mecanismo que los eurodiputados apoyan que sea vinculante y piden que incluyan las operaciones de rescate en el mar.
Otra de las claves serán las nuevas normas para responder en situaciones excepcionales de crisis, un expediente para el que los eurodiputados han aprobado —con 419 votos a favor, 129 votaron en contra y 30 se abstuvieron– que se fijen cuotas obligatorias para reubicar en otros Estados miembro a parte de los migrantes llegados a uno de los socios en caso de flujos masivos que no le permitan gestionar adecuadamente la situación.
La posición de la Eurocámara sobre este asunto, cuyo ponente es el español socialista Juan Fernando López Aguilar, coinciden con dar más poderes a la Comisión Europea para que en situaciones de crisis pueda ordenar “reubicaciones obligatorias” y la “suspensión temporal de normas sobre controles y procedimientos de asilo” si se producen llegadas “repentinas y masivas”.
Se trata de uno de los asuntos más sensibles que enfrenta a países, como Grecia, Italia o España, que han vivido en el pasado llegadas masivas a sus fronteras con otros gobiernos del bloque que, como Hungría o Polonia, se cierran a la posibilidad de asumir la acogida de ningún migrante.
A falta de que los Veintisiete logren consensuar su posición en estos expedientes, los negociadores de la Eurocámara y del Consejo ya pueden iniciar las negociaciones tras el voto de este jueves en lo relativo a las nuevas normas para extracomunitarios que no reúnen las condiciones para entrar en la Unión Europea.
El objetivo es que con las nuevas reglas se proceda a la identificación, toma de huellas dactilares, controles de seguridad y evaluación preliminar sobre salud y vulnerabilidad de quienes lleguen a la frontera exterior.
Los eurodiputados piden que en este caso se introduzca un mecanismo de verificación independiente de derechos fundamentales que también tendría competencias sobre la vigilancia fronteriza, para garantizar que posibles expulsiones sumarias son notificadas e investigadas.
Finalmente, los eurodiputados también han fijado su posición negociadora respecto a la revisión de las normas para residentes de larga duración para acelerar la concesión del permiso de larga duración tras tres años de residencia legal y la posibilidad de integrar en el proceso a personas que disfruten de estatus de protección temporal.
Los titulares de un permiso de larga duración podrán trasladarse a otro Estado miembro sin restricciones laborales adicionales, y sus hijos dependientes recibirán de manera automática el mismo estatus.
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