MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El Gobierno defiende la necesidad de regular ‘ex ante’ (antes del suceso) la Inteligencia Artificial, y asegura que la postura de la Unión Europa al respecto es la correcta.
Para el Ejecutivo, la regulación, según han informado a Europa Press fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, es la única vía para crear una Inteligencia Artificial “ética, sin sesgos, ni riesgos”, que permita aprovechar los beneficios sociales y económicos que ya se le atribuyen.
En este contexto, recuerda que su postura es “muy firme” al respecto y se difunde a través de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial. También explica que, gracias a la visión humanista, conscientes de los riesgos y el potencial de la tecnología, la Comisión Europea designó a España como país elegido para poner en marcha el piloto del futuro Reglamento de Inteligencia Artificial (RIA, por sus siglas en inglés).
España lleva dos años trabajando en la metodología de este reglamento y en guías prácticas para aprobar su implementación en las empresas y, a finales de abril, se abrirá la convocatoria para que las entidades soliciten su participación y el Ministerio pueda identificar los riesgos o malos usos de la IA en el sector industrial.
Además, el Ministerio considera que este debate subraya la importancia de tener organismos estatales que supervisen el desarrollo algorítmico y de la Inteligencia Artificial.
En este contexto, España ha creado la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial, que ejercerá esta labor de control y sanción, y promoverá el uso responsable, sostenible y confiable de la IA.
Durante la presidencia española del Consejo de Europa, que comienza en julio de 2023, el Ejecutivo espera cerrar dos expedientes regulatorios: La RIA y la Ley de Resiliencia Cibernética (Cyber Resilience Act).
Desde el Ministerio destaca que España tiene una oportunidad única para que llevan años preparados y que ha sido “reconocida y alabada” a nivel internacional, como es el caso de la Carta de Derechos Digitales, inspiración y base para la Declaración de Principios y Derechos Digitales de la UE; la Carta Iberoamericana; o el Pacto de Canarias, firmado entre los países miembros de la OCDE y amigos para asegurar un futuro verde, sostenible, y donde el ser humano siempre esté en el centro del desarrollo innovador.
LA PREOCUPACIÓN POR LA IA EN EL CONGRESO
Precisamente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles en el Congreso que España es el primer país que liderará un proyecto piloto sobre inteligencia artificial a nivel europeo.
Durante su intervención en la Cámara baja, para informar sobre las últimas reuniones del Consejo de Europa, el jefe del Ejecutivo ha explicado que este martes la Comisión Europea ha abierto el Centro de Transparencia Algorítmica, que tiene como objetivo el estudio de cómo funcionan las diferentes plataformas y redes sociales, especialmente, en el ámbito de la inteligencia artificial.
Además, ha señalado que en A Coruña existe un centro similar que tiene los mismos objetivos de investigación pero a nivel estatal.
Sánchez ha realizado estas declaraciones tras ser preguntado en la sesión del Congreso por este tema por parte del portavoz parlamentario de PNV, Aitor Esteban. El diputado a mostrado su preocupación por este tema y ha cuestionado al líder socialista sobre su intención de “impulsar una reflexión sobre este asunto”, así como “la investigación” sobre la repercusión de la inteligencia artificial en algunos ámbitos.
Esteban ha recordado las declaraciones de Google sobre esta tecnología en las que reconoce que no sabe cómo va a evolucionar, ni como aprende autónomamente. Además, le ha señalado que “hay posiciones discordantes” en la UE por lo que, a su juicio, “hay que ir más allá de una posible ley” sobre el tema y “acordar protocolos de entrenamiento de esos programas” que, además, según ha advertido, están “en su mayoría en manos privadas”.
El PNV cree que esta inteligencia artificial pude provocar “movimiento disruptivos en el mercado de trabajo” y en la “capacidad de discernimiento entre lo veraz y lo falaz”, incluso en “fotografías o grabaciones
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