MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
Un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, el Hospital Clínico de Valencia, la Universidad de Valencia, la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (Fisabio) y el Hospital Universitario Doctor Peset ha demostrado que los pacientes con diabetes tipo 1 (DM1) tienen mayor riesgo de padecer aterosclerosis.
Según informó este lunes el centro de investigación, se comprobó que la DM1 afecta la función de las mitocondrias -orgánulos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular, que desempeñan un papel fundamental en la liberación de la insulina- y promueve el estrés oxidativo y la autofagia en los leucocitos, sugiriendo que estos mecanismos contribuyen a un mayor riesgo de aterosclerosis, al aumentar las interacciones leucocito-endoteliales.
El objetivo de este estudio era evaluar el estado bioenergético de los leucocitos de pacientes con DM1 en comparación con los de sujetos sanos. La DM1 es una enfermedad en la que no se libera insulina desde el páncreas, una hormona que regula los niveles de glucosa en sangre, que implica alteraciones metabólicas críticas que contribuyen a un mayor riesgo cardiovascular.
En este sentido, los leucocitos se consideran células clave en la aparición de la aterosclerosis debido a su interacción con el endotelio. Sin embargo, no está claro si el deterioro mitocondrial, la bioenergética alterada y la autofagia anormal en los leucocitos contribuyen a la fisiopatología de la DM1.
ANTIOXIDANTES
Los resultados de este estudio, publicados en la revista ‘Redox Biology’, mostraron que los pacientes con DM1 presentaban niveles más bajos de antioxidantes y sus leucocitos producían cantidades más altas de radicales libres de oxígeno (ROS) con respecto a los controles.
Los leucocitos de pacientes con DM1 exhibieron una capacidad respiratoria reducida en comparación con los controles. Además, los marcadores de autofagia P-AMPK, Beclin-1 y LC3-II/LC3-I aumentaron. Finalmente, hubo una mayor interacción leucocito-endotelio en los pacientes con DM1, evidenciada por una velocidad de rodamiento más baja, un flujo de rodamiento más alto y una mayor adhesión al endotelio en comparación con los controles.
En resumen, los hallazgos mostraron que la DM1 afecta la función mitocondrial y promueve el estrés oxidativo y la autofagia en los leucocitos, contribuyendo a un mayor riesgo de aterosclerosis al aumentar las interacciones leucocito-endoteliales.
El estudio, prospectivo y observacional, coordinado por el doctor Víctor Manuel Víctor González, quien forma parte del Grupo de Investigación de la función vascular de Incliva, se realizó en una cohorte de 52 pacientes con DM1 -atendidos en el Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Doctor Peset de València y diagnosticados según los criterios de la American Diabetes Association- y 44 personas sanas.
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