Según el fiscal, una vez muerta, el acusado siguió agrediendo a la anciana, provocándole la mutilación a nivel de la zona ano-genital
TOLEDO, 17 (EUROPA PRESS)
D.F.S., el vecino de Navalcán (Toledo) acusado de estrangular a su vecina, una anciana de 84 años, tras entrar en su domicilio para robarle en mayo de 2020, ha asegurado que se arrepentía muchísimo de todo, porque él “no es así”, y ha apuntado que el solo entró a robar pero que M.P.M.M. se despertó y hubo un forcejeo. Ella le golpeó y él “se rebotó” y le tapó la boca para que no gritara y, no sabe lo que pasó, pero “dejó de respirar”.
Visiblemente nervioso y dubitativo, el acusado, para quien la Fiscalía ha pedido 30 años de prisión, por asesinato y robo con violencia, y la acusación particular solicita Prisión Permanente Revisable, ha reconocido los hechos en el primer día del juicio con jurado popular que ha arrancado este lunes en la Audiencia Provincial de Toledo, pero ha negado que él atacara a la anciana con el destornillador sin más. Insiste en que hubo un forcejeo entre ambos, y que las heridas fueron fruto de esto y “no de ir a por ella”.
Según D.F.S., él entró con el destornillador en la vivienda de su vecina solo para robar dinero porque le habían amenazado con matarle a él o a su familia por no pagar unas deudas que tenía por la compra de droga. Ha asegurado que al entrar en la habitación de la anciana, qué no sabía que estaba, ésta se levantó de repente de la cama y le preguntó qué hacía, a lo que él le contestó que se estuviese quieta que “no le iba a pasar nada” pero “ella me golpeó y me reboté y estuve forcejeando”.
“Luego nos caímos a la cama y ahí empecé a taparle boca con las manos para que no gritara y no sé lo qué pasó, que dejó de respirar. Me asusté y no sabía ya lo que hacía”, ha abundado, asegurando que las múltiples heridas de la anciana habían sido fruto del forcejeo. “Le clave sin querer –el destornillador– dos o tres veces en el forcejeo” pero que “ella se defendía, tenía fuerza para forcejear conmigo”.
Como ya lo hiciera antes de la vista, el acusado ha reconocido en la sala que la mató pero que se arrepentía “muchísimo de todo”. “Quiero pedir perdón a la familia. Ellos saben que yo no soy así, que yo no soy un asesino. No dejo de pensar en lo que he hecho”, ha subrayado en su declaración.
En cualquier caso, D.F.S, en prisión provisional actualmente, ha demostrado tener una memoria algo selectiva teniendo en cuenta que, si bien sí se acordaba de lo que había hecho antes de entrar en la vivienda de la anciana, que vivía sola, ha mostrado lagunas sobre otros momentos.
A preguntas de la acusación particular, el procesado ha reiterado en que fue a robar a casa de esa vecina porque le habían amenazado con quitarle la vida a él o a su familia. “Fui para allá porque no tenía más remedio que conseguirlo, como fuera”, ha subrayado.
INSISTE EN DEFENDER QUE CREÍA QUE LA CASA ESTABA VACÍA
Aunque los hechos sucedieron en pleno confinamiento por el COVID-19, ha insistido en que él pensaba que la anciana no estaría en casa, negando en todo momento que le diera 32 puñaladas con el destornillador e insistiendo en que ella se levantó de la cama y “se tiró” a pegarle, y el se defendió, atribuyendo al forcejeo las heridas de la víctima.
“Quiero que se aclare todo esto y se haga todo legalmente, es lo que quiero”, ha abundado.
Mientras, el abogado de la defensa ha tratado de hacer llegar al jurado que el detenido estaba influenciado por la droga y que ahora que estaba en prisión había entrado en un tratamiento de desintoxicación en la Fundación Atenea del centro bajo supervisión de psicólogos.
Tras ocurrir los hechos –ha dicho– se quedó “como despistado, como raro”, insistiendo en las heridas de la anciana fueron fruto del forcejeo y “no de ir a por ella”.
Por ello, su representación legal pide que se le condena por un delito de homicidio consumado, entendiendo también como atenuantes no solo su arrepentimiento, sino el estar bajo el efecto de las drogas y su palabra de que el dinero que gane servirá para devolver a la familia la indemnización que esta ha tenido que dar a los familias de la víctima.
“La intención de mi representado no era acabar con la vida de su vecina porque no existió ensañamiento ni alevosía sino una discusión y fruto de la misma unas lesiones con el destornillador”, ha señalado.
SIGUIÓ AGREDIÉNDOLA DESPUÉS DE MUERTA
D.F.S. esta acusado del asesinato de M.P.M.M., mujer de 84 años que presentaba inicios de demencia senil, a la que estranguló, causándole la fractura de las estructuras laríngeas e infiltradas a nivel muscular de esa zona.
Según el escrito el Ministerio Público, una vez consumado su ilícito proceder y estando muerta M.P.M.M., el acusado produjo una herida incisa de grandes dimensiones que recorría todo el abdomen y zona de la espalda, la mutilación a nivel de la zona ano-genital con ausencia de tejidos blandos a nivel glúteo y del periné, ausencia traumática del monte de venus causando un corte que alcanzaba los labios mayores; dejando el cadáver encima de una cama de una de las habitaciones de la casa.
El juicio, previsto hasta el miércoles 19, proseguirá este martes, con las declaraciones de los peritos forenses.
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