‘Hemedti’ tilda a Al Burhan de “islamista radical” y subraya que la lucha de las RSF “es el precio de la democracia”
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El líder de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’, ha reclamado este lunes una “intervención” de la comunidad internacional contra los “crímenes” del jefe del Ejército sudanés, Abdelfatá al Burhan, al que ha descrito como “un islamista radical” responsable de “una campaña brutal” contra “inocentes”, en medio de los combates que estallaron el sábado entre ambas fuerzas tras semanas de tensiones en el proceso de transición en Sudán.
“La comunidad internacional debe actuar ahora e intervenir ante los crímenes del general sudanés Abdelfatá al Burhan, un islamista radical que bombardea a civiles desde el aire. Su Ejército está llevando a cabo una brutal campaña contra inocentes, bombardeándolos con MiGs”, ha manifestado a través de una serie de mensajes en su cuenta en la red social Twitter.
Así, ha subrayado que las RSF “combaten contra islamistas radicales que desean mantener a Sudán aislado y en la oscuridad, lejos de la democracia”. “Seguiremos persiguiendo a Al Burhan para llevarle ante la justicia”, ha dicho ‘Hemedti’, hasta ahora aliado del jefe del Ejército. Los combates han dejado hasta ahora cerca de cien civiles muertos, al margen de las bajas entre las fuerzas combatientes.
“La lucha que llevamos a cabo es el precio de la democracia. No hemos atacado a nadie. Nuestras acciones son una mera respuesta al cerco y asalto contra nuestras fuerzas. Estamos combatiendo por el pueblo de Sudán para garantizar el progreso democrático que nuestro pueblo anhela desde hace mucho”, ha apuntado el líder paramilitar.
Por último, ha hecho hincapié en que las RSF “están adoptando todas las medidas posibles para garantizar la seguridad de la población”. “No permitiremos que se les cause ningún daño y haremos todo lo que esté en nuestra mano para proteger la democracia y el Estado de Derecho en Sudán. Prevaleceremos y lograremos paz y estabilidad”, ha zanjado.
Las principales organizaciones civiles y partidos políticos de Sudán han reclamado al unísono durante el fin de semana no solo el fin de los combates, sino también el final de la “militarización” que ha dominado “el espacio público” el país durante décadas y, en particular, desde el derrocamiento hace cuatro años del dictador Omar Hasán al Bashir tras una revolución en la que los civiles fueron parte instrumental.
El país africano estaba gobernado antes del estallido de los combates por una junta liderada por el jefe del Ejército, que tenía como ‘número dos’ al cabecilla militar de las RSF. Las discrepancias entre ambos sobre la integración paramilitar en un futuro Ejército unificado –acuerdo previo a la formación de un nuevo gobierno de unidad liderado por civiles– acabaron degenerando en este conflicto.
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